Club de cine Espigadores última sesión: Las invasiones bárbaras

En nuestra última sesión veremos Las invasiones bárbaras (Denys Arcand, ) una película que retoma los personajes de El declive del imperio americano (Denys Arcand, 1986), con la que comenzamos nuestra temporada del Club de Cine 2012/2013.  En nuestro caso han pasado 8 meses, pero para los actores/personajes que veremos en pantalla han pasado 17 años. Será una interesante experiencia verlos de nuevo y comprobar cómo se pasa la vida, tan callando…

invasiones (2)

Para refrescar la memoria, aquí van un par de fotografías y un par de escenas:

declive4http://www.youtube.com/watch?v=q-st3UJdc0A

declive6http://www.youtube.com/watch?v=g2M6JKeNu3c

Me gusta y suscribo este párrafo:

El Declive del Imperio Americano es una interesante cinta que mezcla con inteligencia el humor con el drama, el despotismo con la bondad, las ganas de vivir con el desencanto y que finalmente sirve para retratar a un grupo de personas que más allá de rencillas, infidelidades, secretos a gritos y pueriles rivalidades de corte intelectual comparten un verdadero sentimiento de amistad que los convierte, más que en un grupo de allegados, en una verdadera familia.

Pero eso queda mucho mejor retratado y expuesto en esa secuela llamada Las Invasiones Bárbaras que supera considerablemente a esta primera entrega y que comentaré en la siguiente entrada.”

http://transgresioncontinua.blogspot.com.es/2012/04/el-declive-del-imperio-americano.html

Pues eso.

Club de cine Espigadores: Holy motors, de Leos Carax

La próxima sesión del club de cine cambia de día: será el miércoles, 29 de mayo de 2013, a la hora y en el lugar de costumbre.

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Veremos Holy motors, la última película de Leos Carax, director de culto muy conocido por Los amantes del Pont Neuf (1991), que cuenta en su haber con interesantes películas como Chico conoce chica (1984), Mala sangre (1986) o Pola X (1999).

 Para abrir boca, aquí van dos comentarios:

 ¿Qué es la realidad? ¿Cómo nos enfrentamos a ella? ¿Por qué nos encontramos continuamente ante la paradoja de tener que escenificarla por uno u otro motivo? ¿Dónde empiezan y acaban dichos simulacros? ¿Qué esperamos del cine como (re)presentación? ¿Qué es la belleza? ¿Podemos hallarla en una farsa? ¿Pretende el director Leos Carax dar  respuestas o tan sólo plantear preguntas?

http://contrapicado.net/tag/leos-carax/

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Si Dreyer fue capaz de filmar la existencia del alma, Leos Carax ha sido capaz de filmar la existencia de la libertad. La libertad como un abismo de conquistas, no como un terreno de concesiones. La libertad como voz interior y única. “Hacer cine es, de salida, una voluntad feroz de ser por fin huérfano. Sin familia”, grita Carax. “Una película es un impulso que fuerzas diversas tratan de romper. Una película es un crimen… Sólo se habla de ella con uno o dos cómplices, y aún así… Las películas bellas son bosques profundos.

Leos Carax

El cine, como la guerra, obliga a los hombres a vivir su muerte. La vida me ha cerrado, el cine me abre”. Abierto en canal, Carax no es un cineasta del tiempo sino contra el tiempo: la libertad vive en presente aunque quiera preservar el pasado, congelarlo en un momento de nostalgia, y conducirlo hacia el futuro, hacia su desaparición. Por eso los personajes de Carax aman el movimiento, porque lo consideran, como hacen los adolescentes, la máxima expresión de la emoción que amenaza con desvanecerse.

Cineasta emocional, cineasta adolescente: Nicholas Ray, Samuel Fuller y Philippe Garrel le pueden aplaudir desde primera fila.

http://ocec.eu/pdf/2006/sanchez_sergi.pdf

Club de cine Espigadores: El espejo

Como cada año, hoy le toca el turno al cine iraní. Ya hemos visto en el club Ten (Abbas Kiarostami, 2002) y Offside (Jafar Panahi, 2006).

Jafar Panahi

Jafar Panahi

Repetimos con Panahi (y nos solidarizamos con su situación personal, en arresto domiciliario desde hace años): veremos El espejo, una película de 1997 por la que siento una especial predilección.espejo2

«El espejo, de Jafar Panahi, es un film extraño, original, y al mismo tiempo netamente inscripto dentro de lo que podríamos denominar cine iraní. (…) Estoy hablando de historias protagonizadas por niños, narradas desde su punto de vista y mínimas, absolutamente simples, en su núcleo argumental.espejo11 (2)

Recuerdo un slogan publicitario. En las cosas simples está el verdadero sabor de la vida. El cine iraní, este cine, también existe por ellas y para ellas. Pero demostró, tal vez allí su mayor mérito, que las cosas simples de la vida no son cursis. (…)

espejo1El espejo también comparte muchas de las obsesiones de Abbas Kiarostami, el más famoso y prestigioso realizador iraní de estos tiempos, de quien Panahi se considera con toda justicia un discípulo. Me refiero al interés por explorar las conexiones entre la realidad y la ficción. (…)»

Guillermo Ravaschino (http://www.cineismo.com/criticas/espejo,_el.htm)

Espejo, realidad y ficción: interesante debate, ¿no?

Club de cine Espigadores: Irina Palm

En nuestra próxima sesión veremos una comedia británica, aunque está dirigida por un alemán de origen polaco, Sam Garbarski. El estilo visual y la mezcla de comedia y crítica social entran de lleno en una corriente fílmica de gran éxito en los últimos años (y si no, ahí tenemos a Full Monty, con la cual coincide hasta cierto punto en su argumento).Irina_

Sin embargo, este tipo de cine no agrada a todos por igual: muchos le achacan que su crítica, políticamente correcta, se queda a medio camino y contribuye justo a lo contrario de lo que pretende: que aceptemos con una plácida sonrisa la situación tal cual es y salgamos del cine contentos y satisfechos.Irina_Palm-720250774-large1

Por ejemplo, en abril de 1999 (¡cómo pasa el tiempo!) la añorada Filmoteca de Caja España organizó un ciclo titulado de forma significativa Cine británico: el realismo sentimental. Estaba compuesto por La camioneta (Stephen Frears, 1996), Go now! (Michael Winterbottom, 1995), Mi nombre es Joe (Ken Loach, 1998), Tocando el viento (Mark Herman, 1996) y Full Monty (Peter Cattaneo, 1997).

En su Escrito correspondiente, Luis Martín Arias, tras hablar de la “anomia” o desestructuración social que ha experimentado el Reino Unido a partir del siglo XIX, agudizada desde los años 70 del siglo pasado con la nefasta época del llamado “thatcherismo”, afirma:

“Quizá este contexto social explique la proliferación acaecida en los últimos años de películas británicas con “contenido social”, casi siempre, y desde el punto de vista estilístico, inscritas en un realismo ingenuo que utiliza el llamado “efecto documental” para conseguir sus fines.” (…)Irina_Palm

“…los filmes de Frears, Ken Loach y de sus imitadores destacan por su ligereza formal y técnica, de modo que están muy lejos de los experimentalismos intelectuales y conceptuales de, por ejemplo, el Jean-Luc Godard de su época más izquierdista…”

“Además, deberíamos señalar otra característica del modelo fílmico que estamos analizando: el uso retórico del humor, junto a una utilización totalmente desenfadada del subrayado melodramático, de tipo sentimental…”

Irina Palm Club cine (2)Y concluye: “En resumen, del mismo modo que es dudoso que el contemplar una y otra vez las atrocidades que ocurren en el mundo en la pantalla televisiva, entre una serie de spots y otra, sirva para concienciar a la gente y hacerla más solidaria, es bastante cuestionable que el nuevo cine realista británico movilice a sus espectadores, les haga activos, les motive para actuar y modificar la realidad. Más bien es posible que los sumerja, todavía más, en una pasividad autocomplaciente, que se regodea en un goce marcadamente escópico. Por eso este cine parece más un síntoma, que forma parte de lo que intenta describir, que una solución.”

Interesante, ¿no?

Club de cine Espigadores. Soul Kitchen, de Fatih Akin

Gracias por los comentarios a la anterior entrada, dedicados al maridaje entre cine y literatura, a desenlaces sorprendentes, a las mujeres fatales y a los bibliotecarios y bibliotecarias (algunas podrían entrar en la anterior categoría ;-)).

En esta nueva sesión veremos una comedia donde la música juega un papel fundamental. ¿Diegética o no diegética? That is the question. Espero respuestas después de ver la película.

Mientras tanto, ahí va el fragmento de una entrevista con el director:

Fatih Akin

Fatih Akin

“Melómano confeso, Fatih Akin (Hamburgo, 1973) ha hecho de la música el núcleo central de su último filme: «Si vas a Berlín, oirás muchísimo tecno; y si vas a París te pasará lo mismo con el electro. En cambio, todos los clubes de Hamburgo están dedicados a la música soul. Escogimos las canciones de la banda sonora, prácticamente un 85%, antes de empezar la película. Después variamos algunas cosas por problemas de derechos». (…)Soul_Kitchen-982098070-large

El director cambia así de registro después de haberse llevado el Oso de Oro en la Berlinale de 2004 por Contra la pared, y del impresionante recibimiento de crítica y público en 2007 para Al otro lado: «Esta película nace de la necesidad de retratar el espíritu de una época, y debía ser ahora, mientras me quede suficiente pelo. No sería correcto hacerlo a los 50 años».soul-kitchen-foto13 El cineasta niega que el género escogido responda a factores coyunturales: «Dicen que cuando hay crisis las comedias funcionan muy bien, pero lo cierto es que empecé a desarrollar este proyecto hace cinco años y lo he acabado ahora… Si la crisis hace que Soul kitchen triunfe, espero que ésta dure un rato más», comenta entre risas. (…)

«¿Qué me hace reír? Los hermanos Coen, Jim Jarmusch, Adriano Celentano, las pelis de Bud Spencer, Buster Keaton… Cuando creas una comedia, coges todas estas cosas y no las copias, sino que las adaptas. Es como el hip-hop: tomas un poco de cada cosa y creas algo distinto. ¿Me entiendes?»

Entrevista de Toni García, 11 sept. 2009

http://elpais.com/diario/2009/09/11/cultura/1252620006_850215.html

Club de cine Espigadores. Los asesinos, de Ernest Hemingway.

“La puerta del restaurante de Henry se abrió y entraron dos hombres que se sentaron al mostrador.”

Edward Hopper Nighthawks

                     Nighthawks   Edward Hopper

De nuevo una sesión especial en el club de cine. Esta vez cedemos el paso a la literatura, que entra por la puerta grande de mano de Ernest Hemingway, con su cuento Los asesinos:

“El cuento fue incomprendido al comienzo debido a que tiene un enfoque objetivo; el hilo de la trama se va desarrollando ante el lector como si fuera una película – el autor no penetra en los pensamientos de los personajes ni tampoco hace descripciones de personajes o acciones que están fuera del ámbito del enfoque (…). El lector debe suponer el drama que se vive al «observar» los acontecimientos de acuerdo a como se están desarrollando, ya sea por acción física como también por los diálogos.”

http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20081015172619AAK3keK

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The killers, título original del cuento, tuvo dos adaptaciones cinematográficas y a ambas, por esa costumbre tan extendida de los distribuidores españoles, se les cambió el título: Forajidos (1946), de Robert Siodmak, y Código del hampa (1964), de Don Siegel. En la sesión del próximo jueves veremos una de ellas.Forajidos-355611107-large  Ahí va un artículo interesante sobre el relato de Hemingway. Después de haber leído el relato, ¿coincidimos con la autora?

Ernest Hemingway: Los asesinos

Por: Pilar Álvarez Masi

Publicado en 1927 en los Estados Unidos, y preso de un contexto social en el cual la mafia ingresaba al país y medidas tomadas desde el propio gobierno, como la ley seca, favorecían este tipo de organizaciones, “Los asesinos”, escrito por Ernest Hemingway, plasma en un breve relato, cómo un asesinato inminente se había vuelto casi cotidiano en la sociedad estadounidense de los años ’20.
En cuanto a la escritura propiamente dicha, y dejando de lado tanto el contexto histórico como el del propio autor, “Los asesinos” es un relato ágil, que provoca en el lector un cierto ritmo al leerlo, dado por los diálogos cortos, la excesividad [sic] de los mismos y la falta de descripciones cargadas de adjetivos. En muy breves párrafos Hemingway le da al lector una idea de los protagonistas y del lugar dónde se desarrolla la escena, el resto de la historia es contada a través de las conversaciones, lo que carga al relato de un claro ambiente teatral (mucho diálogo, poca escenografía).Pulp_Fiction_Stencil_by_funksoulfather A través de ellas conocemos también a los personajes, herramienta que proviene también del teatro y el cine, los diálogos comunican, cuentan lo que a través de imágenes no se puede o resultaría muy tedioso hacer.
Otro recurso que también es utilizado por el autor es el de la elipsis. Ya desde el título se propone que, si bien no lo hemos leído (ni tampoco lo haremos, porque en ningún lado está mencionado) hay al menos, dos personajes, que anteriormente a lo relatado, han matado. Asimismo, la muerte final, que debido al contexto de la historia se supone que termina ocurriendo, tampoco está narrada, ni lo están los motivos por los cuales alguien (no se sabe quién) ha mandado a matar a Ole Andreson.”

http://nomepidasquenotemienta.blogspot.com.es/2009/11/ernest-hemingway-los-asesinos.html

Club de cine Espigadores. Ensayo de orquesta

Fellini, por fin… Es el tercer año del Club y todavía no habíamos visto nada del genio italiano. Asistiremos a Ensayo de orquesta (1979), una gigantesca película “menor”, que dará para un interesante debate.  Y más en estos tiempos que corren.Ensayo-orquesta

Pero no adelantemos acontecimientos. Para abrir boca, un fragmento sobre Fellini que he encontrado por la red:

“Todo lo que me importa cabe en dos escenas de Fellini.Federico-Fellini

La primera pertenece a 8 ½. En un relato soñado (aunque, ¿soñado por quién?) Guido se rodea de todas las mujeres de su vida. Como un niño egoísta, exige y ordena y se enfada. De pronto, incluso, hace restallar un látigo. Las mujeres de su vida bailan. Son muchas y bellas. Se atienen a sus órdenes y salen de escena cuando él lo manda. Y sin embargo, a Guido no lo abandonan ni el desconcierto ni la tristeza.

La segunda aparece en Ginger y Fred. Suenan espantosas melodías electrónicas para que Franz Kafka y Marcel Proust bailen frenéticamente en un descampado industrial. Esos espacios le gustaban mucho a Fellini: la maleza periférica frente a bloques de hormigón golpeados por el viento. Kafka y Proust bailan como posesos, iluminados por los neones de un bar de carretera. Los rodean unos motoristas etílicos. Es la posmodernidad como desolación.

Así pues, por un lado, el hombre que trata al amor (y a la memoria del amor) con cobardía. O sea, con crueldad. Por otro, un tratado de sociología de la cultura en un minuto de cine.

Nunca hay que olvidar a Fellini.” OrchestraNadal Suau

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/nuncapasanada/2011/03/16/fellini.html

Club de cine Espigadores: De La pasión de Juana de Arco a Nosotros, ¿es que nada ha cambiado?

Este jueves, 7 de marzo, se presentará la película de Adolfo Dufour Andía NOSOTROS (2012),  Primer Premio Mejor Largometraje Documental Tiempo de Historia Seminci 2012. Se contará con la presencia del director, productores y protagonistas de la película.  Será a las 19:00 horas en el Aula Mergelina en el edificio histórico. Entrada libre hasta completar el aforo.

Por ello, la próxima sesión del Club de Cine no será en la biblioteca, sino en el aula Mergelina de la Universidad (Plaza de la Universidad). Es una gran oportunidad, ya que, al terminar, habrá un coloquio con el director y protagonistas. Será nuestra habitual sesión fuera de la biblioteca (este año todavía no habíamos tenido ninguna). Al finalizar, las cañas acostumbradas no pueden faltar, así es que: ¡que nadie se vaya a casa, por favor, se vislumbra un debate interesante!Nosotros

Nosotros    Adolfo Dufour Andía  ::  España  ::  2012
http://www.seminci.es/pelicula.php?id=1830

Esta es la sinopsis preparada por el equipo de la película:

En el invierno de 2012, un Madrid, denso, geométrico, guía los pasos perdidos de personas conmocionadas por el despido inesperado del trabajo que hasta entonces realizaban. Un rumbo impreciso alienta sus anhelos de superar el conflicto económico y emocional sufrido. El ámbito del desempleo es colectivo, pero el pago de lo acontecido, personal. El azar voltea las letras perdidas en el tiempo y evoca, metafóricamente, itinerarios novelados muchas décadas atrás por Steinbeck. El camino también reverbera ecos más recientes: siete trabajadores de la Empresa Pública filial de Telefónica Sintel, se suicidaron al poco tiempo de recibir la noticia de su despido. Varios más murieron prematuramente. ¿Los otros? Los otros luchan aún hoy por mantener su autoestima. Han pasado once años desde que el ‘Campamento de la esperanza’ dejase su huella en el centro financiero de Madrid. Tras tantos años, ahora, en el 2012, se celebra el juicio y se desvelan muchas de las claves del entramado financiero político que quebró Sintel. Los trabajadores despedidos de Sintel se vieron abocados a una épica que nunca desearon y superaron obstáculos insospechados. Agradecidos los agasajos y desmentidas las calumnias, todo quedó ya atrás. Desde la dificultad del hoy miran el ayer cuando fueron ensalzados como héroes por los mismos que después les denostaron y ahora les han olvidao. Héroes que ellos no quisieron nunca ser porque sus aspiraciones eran mucho más modestas: volver a ser trabajadores con dignidad, y recuperar para serlo lo que sin ningún sentido ni razón les fue arrebatado. Hoy, todos ellos acometen su presente mirando de soslayo a aquel pasado de conmoción, que cambió su vida e hipotecó su futuro, bien diferente del que entonces podían prever”.Juana de Arco (2)

En la sesión pasada vimos La pasión de Juana de Arco, película dirigida por Carl Th. Dreyer en 1928, sobre unos sucesos acaecidos en 1431. Casi seiscientos años después, también con juicio de por medio, los poderosos siguen en el mismo sitio. ¿Es que nada ha cambiado?

Club de cine Espigadores: una sesión histórica

El pasado 7 de febrero asistimos a una sesión histórica de nuestro Club de cine: tras dos años y medio de andadura, por fin las linternas se encendieron pidiendo la suspensión de la proyección. Tal honor le cupo a Sueño y silencio: lo que no consiguió ni siquiera Kiarostami lo logró un cineasta patrio, Jaime Rosales. Para que no se diga.sueno-y-silencio-portada (2)

El debate posterior fue muy interesante, así como las recientes contribuciones a la anterior entrada del blog, sobre la diferencia artificial entre cine de autor y cine comercial.

Para alimentar la discusión, ahí va una crítica a una película portuguesa reciente, Tabú, de Miguel Gomes:Tabu

“Inspirada tangencialmente en la última película de F.W. Murnau, esta obra se presenta como una narración en dos tiempos sobre una mujer de pintoresco comportamiento y un episodio romántico de su pasado colonial, al que acceden sorprendidas su criada y su vecina.SUENO-Y~1 (2)

Rodada en blanco y negro y con guiños de complicidad u homenaje al cine mudo, la película del portugués Miguel Gomes se empeña en una supuesta originalidad que empieza a ser receta de ese cine más contemplativo que narrativo que triunfa en los circuitos festivaleros y fracasa sistemáticamente en la taquilla.

El ritmo pausado, una peculiar manera de contar, cocodrilos simbólicamente enigmáticos, cierto manierismo semioculto tras una evidente vocación de estilo desaliñado, como primitivo y naif, son las señas de identidad de una película que despierta fervor reverencial entre determinados sectores de la crítica y pone barricadas de autoconsciencia y pretendida exquisitez frente a públicos más convencionales.”

ALBERTO BERMEJO (en Metrópolis, 8 febrero 2013)

¿Una supuesta originalidad que empieza a ser receta de ese cine más contemplativo que narrativo que triunfa en los circuitos festivaleros y fracasa sistemáticamente en la taquilla? ¿Estáis de acuerdo?

Club de cine Espigadores: La soledad, de Jaime Rosales

El próximo jueves, 7 de febrero, a las siete de la tarde, veremos La soledad (2007), de Jaime Rosales. Siguiendo con nuestra costumbre, no haremos ningún comentario sobre la película, para que no nos condicione nuestra recepción y valoración de la misma. Pero sí me parece interesante subir al blog un artículo de su director, Jaime Rosales, escrito a propósito de la muerte de Eric Rohmer (de quien vimos el primer año El rayo verde, que seguro recordaréis).

Ahí va; espero vuestros numerosos e interesantísimos comentarios:

Rohmer“Eric Rohmer me parece un cineasta muy importante. No creo que lo sea realmente para mucha gente. Me explico: no creo que sea un cineasta muy influyente. Existe una costumbre entre la crítica especializada que consiste en citar –sobre todo cuando se trata de hablar de una primera o segunda película de un cineasta– a un referente indiscutible dentro de la historia del cine que acompañe la valoración de esa primera o segunda obra. Es una manera de ayudar al lector –candidato a espectador de esa película– para que se oriente sobre lo que puede acabar viendo si decide superar la pereza y las incomodidades de salir de su casa y comprar una entrada en un cine cerca del barrio. Entre los más citados y, por ende, más influyentes dentro de la cinefilia estarían Bresson, Bergman, Godard, Cassavetes, Antonioni, Tarkovski; o dentro del mal llamado cine comercial, Spielberg, Hitchcock, Wilder, Tarantino, Allen, los hermanos Coen y muchos otros.

Pocas veces encontraremos entre ese tipo de crítica un apunte dirigido a la figura de Eric Rohmer. ¿Por qué? ¿Acaso no posee Rohmer un estilo suficientemente marcado? Yo creo que sí. Rohmer posee un estilo inconfundible. Dentro de los cineastas de la Nouvelle Vague posiblemente Rohmer presente el estilo más claramente reconocible. Más reconocible sin duda que el de Godard, Truffaut, Chabrol o Rivette. ¿Acaso no se hacen películas tipo Rohmer dentro de las nuevas propuestas cinematográficas? Posiblemente no o muy pocas. ¿Por qué? Porque, en primer lugar y sobre todo, el cine de Rohmer es un cine profundamente personal, y hoy en día nadie hace realmente películas profundamente personales.

El sistema de representación institucional que impera en el cine hegemónico –por recoger la terminología de Luis Alonso García en su extraordinario libro Lenguaje del cine, praxis del filme– no lo permite. Incluso se puede decir que está mal visto hacer películas personales. De lo que se trata es de hacer películas que se parezcan a otras películas. De lo que se trata es de hacer películas de género que nos cuenten lo que ya sabemos y que nos muestren lo que ya hemos visto. Al fin y al cabo esto es un negocio.

Dudo que Rohmer ganara dinero con sus películas. Desde luego, no con las primeras que son, a mi juicio, las más interesantes. Me entusiasma sobremanera La rodilla de Claire aunque, curiosamente, mi primer recuerdo de Rohmer no está en una de sus películas.La rodilla de Clara La primera vez que oí hablar –o, mejor dicho, que leí sobre la figura de Rohmer– fue en otro libro extraordinario, Días de una cámara, de Néstor Almendros. Yo era estudiante de cine en Cuba; y siendo estudiante lo que más me chocó en los capítulos que Néstor Almendros dedica al maestro francés tiene que ver con el ratio de rodaje empleado en las películas que rodaron juntos. Para los menos conocedores de la profesión, el ratio de rodaje es la relación entre la totalidad del material rodado y la duración final de la película. Es un aspecto importantísimo dentro de la fabricación de películas pues, como sabemos, rodar es muy caro y a más alto ratio, más coste; mientras que a menor ratio menor coste. Una película española normal se mueve alrededor de un ratio de uno a 12, mientras que una de Hollywood lo hace en un ratio de 1 a 40. Pauline en la playaEl caso de Rohmer es sorprendente. Sus primeras películas logró hacerlas dentro de un ratio de uno a 1,5.

Esto quiere decir que las hizo estrictamente a toma única y sin prácticamente ninguna  posibilidad de desdoblar planos. Sus películas eran muy baratas. Muy baratas y muy personales. Pero ya he dicho que hoy en día está mal visto hacer películas muy personales. Parece que también está mal visto hacer películas muy baratas.

Y el caso es que aquí estamos hoy escribiendo sobre Eric Rohmer. Escribimos en España sobre Rohmer; escribimos, cómo no, en Francia sobre Rohmer; escribimos, con seguridad, en EEUU sobre Rohmer; en Japón, en Australia, en Dinamarca y en Brasil. Posiblemente hasta en Burkina Fasso escriba alguien hoy algo sobre Eric Rohmer. Y la pregunta que me hago es ésta: ¿sirve de algo escribir sobre Rohmer? Y me la contesto a mí mismo: depende. Depende de si seguiremos queriendo hacer y si seguiremos queriendo ver – esto es lo más importante, pues en el espectador acaba el meollo de todo este asunto– películas que se parezcan cada vez más las unas a las otras, o si por el contrario, querremos descubrir nuevas películas que nos sorprendan. Aunque sean baratas y personales.

Adiós maestro y ¡hasta siempre!”
(Jaime Rosales, Películas personales y baratas, El mundo, 12 de enero de 2010).