Club de cine Espigadores: La parte de los ángeles

¡Por fin le tocó el turno! El año pasado vimos una “comedia inglesa” dirigida por un alemán, Irina Palm, donde se podían apreciar buena parte de las virtudes y, también, los defectos de este casi género cinematográfico cuyo máximo representante es Ken Loach. Y vamos a ver una película suya precisamente unos días antes de que el Festival de Cine de Berlín le conceda el Oso de Oro honorífico por su trayectoria (hay que ver qué oportunos somos siempre).

Ken Loanch

Aunque últimamente sus estrenos pasan casi de puntillas, durante un par de décadas (desde Agenda oculta, en 1990, después de treinta años haciendo cine) una película suya era sinónimo de éxito de taquilla, conquistando un espectro de público más amplio que el cinéfilo convencido. De igual manera que Woody Allen, ha ido estrenando prácticamente una película por año y ha conseguido un buen número de adeptos.

Ken Loach Peliculas

¿Quién no ha visto alguna película de Ken Loach? Mejor dicho, ¿quién no ha visto un par de ellas? O ya puestos, ¿a que muchos de nosotros hemos visto media docena?

JOESweet sixteenfree world

Por ejemplo (filmografía escogida):

  • Agenda oculta (Hidden Agenda) (1990).
  • Riff-Raff (1990).
  • Lloviendo piedras (Raining Stones) (1993).
  • Ladybird Ladybird (1994)
  • Tierra y libertad (Land and Freedom) (1995).
  • La canción de Carla (Carla’s Song) (1996)
  • Mi nombre es Joe (My Name Is Joe) (1998), Espiga de Oro Seminci.
  • Pan y rosas (Bread and Roses) (2000)
  • La cuadrilla (The Navigators) (2001)
  • Felices dieciséis (Sweet Sixteen) (2002), Espiga de Oro Seminci .
  • Sólo un beso (Ae fond Kiss) (2004).Premio del Público Seminci.
  • El viento que agita la cebada (The Wind That Shakes the Barley) (2006)
  • En un mundo libre (It’s a free world) (2007)
  • Buscando a Eric (Looking for Eric) (2009)
  • Route Irish (2010)
  • La parte de los ángeles (The Angels’ Share) (2012)
  • El espíritu del 45 (2013)

 Cathy

La Seminci le dedicó un ciclo hace ya muchos años, donde se pasaron algunas de las películas que hizo para televisión, por ejemplo, Cathy Come Home (1966), todo un descubrimiento: una película sobre los desahucios, mezcla absoluta y sin complejos de documental (incluso con entrevistas) y película de ficción, coincidiendo con lo que algunos hacían al otro lado del charco y adelantándose a la tendencia que más se está imponiendo en el cine actual (y que quien esto escribe lleva tiempo creyendo que se convertirá en el cine característico de nuestra época, razón por la cual en el primer año de nuestro club casi todas las películas que vimos tenían esta particularidad).

Veremos su penúltima película, La parte de los ángeles (The Angels’ Share, 2012). De momento, para abrir boca, un artículo reciente muy interesante, especialmente el tercer párrafo: tras la proyección comprobaremos hasta qué punto es verdad o no lo que para el crítico son las características de su cine.

Ken Loach 3

Ken Loach: lentejas para la clase obrera

Por M.J.L. (Diario de Sevilla, 2 de febrero de 2014)

Todavía recuerdo el artículo sobre Ken Loach y el realismo que nos mandó el poeta Pepe Serrallé para el suplemento Culturas de este periódico. En él decía algo así como que ir a ver una película de Loach era como salir a comer a la calle y pedir lentejas; ajuste de cuentas del poeta con todo ese cine que no estuviera alentado por el ánimo de la fantasía, la aventura o la evasión de la realidad. Por entonces uno no podía estar de acuerdo con esa visión de Loach y del cine de los de su estirpe, aunque ahora, tal vez porque nos hemos hecho viejos y descreídos, entendamos mejor la metáfora.

Loach, a quien ahora se entrega un merecido Oso de Oro honorífico en la Berlinale, ha estado siempre de un mismo lado como cineasta: a saber, desde la izquierda y el pensamiento marxista, del lado de la denuncia frente a los abusos del poder y con una clara voluntad de posicionarse políticamente frente al conservadurismo en sus más diversas manifestaciones. Su último trabajo hasta la fecha, el documental The spirit of 45, sigue siendo una buena muestra de ello y de una voluntad de mantener viva la memoria de la lucha colectiva.

El realismo social de Loach, de larga tradición en el cine británico, sus formas pseudodocumentales atadas desde la escritura y la dramaturgia, su búsqueda denodada, no siempre conseguida a unos mismos niveles, de una transparencia de la enunciación que puede hacer pensar en la realidad filmada a escondidas, ha de entenderse como la traslación de un modelo de pensamiento crítico que busca la pedagogía a toda costa, aunque para ello haya que utilizar las estrategias menos sutiles del maniqueísmo o el subrayado de las dialécticas, siempre presentes en sus historias de gente común.

Aquel Loach lírico de Kes fue dando paso poco a poco a un angry man que intentó desentrañar la podredumbre y los abusos de las instituciones británicas (de la familia a los servicios sociales, del ejército a los pequeños empresarios), sin olvidar nunca que su lado fue siempre el de los desfavorecidos y los miembros de esa clase obrera en vías de extinción a la que él realmente nunca ha pertenecido pero a la que ha dado voz y ha hecho levantar el puño en una filmografía que forma ya por derecho propio parte esencial de la historia del cine moderno.

http://www.diariodesevilla.es/article/ocio/1700271/ken/loach/lentejas/para/la/clase/obrera.html

Y también repasaremos algunas de las afirmaciones de Luis Martín Arias en su Escrito correspondiente al ciclo que la desaparecida Filmoteca de Caja España dedicó al Cine británico: el realismo sentimental, y que pueden verse en la entrada de este blog a propósito de Irina Palm:

https://unminutoyaescena.wordpress.com/2013/05/02/club-de-cine-espigadores-irina-palm/

Angels

Próximo jueves, 6 de febrero, a las 19:00

La parte de los ángeles (The Angels’ Share) (2012)

Club de cine Espigadores: Irina Palm

En nuestra próxima sesión veremos una comedia británica, aunque está dirigida por un alemán de origen polaco, Sam Garbarski. El estilo visual y la mezcla de comedia y crítica social entran de lleno en una corriente fílmica de gran éxito en los últimos años (y si no, ahí tenemos a Full Monty, con la cual coincide hasta cierto punto en su argumento).Irina_

Sin embargo, este tipo de cine no agrada a todos por igual: muchos le achacan que su crítica, políticamente correcta, se queda a medio camino y contribuye justo a lo contrario de lo que pretende: que aceptemos con una plácida sonrisa la situación tal cual es y salgamos del cine contentos y satisfechos.Irina_Palm-720250774-large1

Por ejemplo, en abril de 1999 (¡cómo pasa el tiempo!) la añorada Filmoteca de Caja España organizó un ciclo titulado de forma significativa Cine británico: el realismo sentimental. Estaba compuesto por La camioneta (Stephen Frears, 1996), Go now! (Michael Winterbottom, 1995), Mi nombre es Joe (Ken Loach, 1998), Tocando el viento (Mark Herman, 1996) y Full Monty (Peter Cattaneo, 1997).

En su Escrito correspondiente, Luis Martín Arias, tras hablar de la “anomia” o desestructuración social que ha experimentado el Reino Unido a partir del siglo XIX, agudizada desde los años 70 del siglo pasado con la nefasta época del llamado “thatcherismo”, afirma:

“Quizá este contexto social explique la proliferación acaecida en los últimos años de películas británicas con “contenido social”, casi siempre, y desde el punto de vista estilístico, inscritas en un realismo ingenuo que utiliza el llamado “efecto documental” para conseguir sus fines.” (…)Irina_Palm

“…los filmes de Frears, Ken Loach y de sus imitadores destacan por su ligereza formal y técnica, de modo que están muy lejos de los experimentalismos intelectuales y conceptuales de, por ejemplo, el Jean-Luc Godard de su época más izquierdista…”

“Además, deberíamos señalar otra característica del modelo fílmico que estamos analizando: el uso retórico del humor, junto a una utilización totalmente desenfadada del subrayado melodramático, de tipo sentimental…”

Irina Palm Club cine (2)Y concluye: “En resumen, del mismo modo que es dudoso que el contemplar una y otra vez las atrocidades que ocurren en el mundo en la pantalla televisiva, entre una serie de spots y otra, sirva para concienciar a la gente y hacerla más solidaria, es bastante cuestionable que el nuevo cine realista británico movilice a sus espectadores, les haga activos, les motive para actuar y modificar la realidad. Más bien es posible que los sumerja, todavía más, en una pasividad autocomplaciente, que se regodea en un goce marcadamente escópico. Por eso este cine parece más un síntoma, que forma parte de lo que intenta describir, que una solución.”

Interesante, ¿no?