Tertulia flamenca: Cádiz, capital del cante

Una roca metida en el mar, como un apéndice de la península, como una isla que no quería serlo: Cádiz, punto de idas y venidas y viceversa. Hasta allí se fue, o desde allí se vino la capital que nombra a toda una provincia andaluza, la Tertulia Flamenca, de la Biblioteca Pública de Valladolid, para continuar su recorrido geográfico por los enclaves principales del flamenco y detenerse en uno de sus puntales.

Antes hubo que acordarse, una vez más, de otra baja en el mundo flamenco, Félix Grande, «poeta, aficionado al flamenco y amigo de los flamencos, autor de uno de los libros más bellos que se han escrito sobre este arte, Memoria del Flamenco, dijo Quique Miralles, guía en este viaje a tan especial tómbolo.

Ciudad-de-Cadiz-en-1812Punto importante del tráfico y el comercio marítimo desde siglos y siglos, ciudad rica, cosmopolita, talante liberal, luchadora, flamenca. «Tercios cortos, predominio del ritmo, escasez de lamentos, concentración emotivo expresiva, contención de sentimientos, equilibrio constructivo del cante, utilización de recursos propios (salidas, remates, trabalenguas…)», peculiaridades señaladas por Catalina León Benítez en su libro, El flamenco en Cádiz (Editorial Almuzara, 2006), y más en lo que antes contara Fernando Quiñones en De Cádiz y sus cantes (Seix Barral, 1964 -se sigue reeditando-).

aerea-cadiz-ciudad-antigua-europaLa información es abrumadora y eso que sólo se citan nombres relevantes: El Planeta, El Fillo, Paquirri el Guanté, El Tío José el Granaino, Romero el Tito, Pepa de Oro, El Viejo de la Isla, María Borrico… Enrique el Mellizo…, los que van a configurar el cante.

Topamos con los misterios de origen, algunos resueltos (se citan los hallazgos de Bohórquez sobre El Planeta, o lo que aporta El Afinador de Noticias; y no son los únicos), las anécdotas, las leyendas (los fardos de letras que llegaron a Cádiz), las historias que otros han contado sobre aquellos que hicieron el cante tal y como le conocemos. Más nombres: Aurelio Sellés, Ortega el Viejo, Pericón, La Perla, Manolo Vargas… Canalejas de Puerto Real, El Flecha, Chano Lobato, Chaquetón, Macandé, El Niño de Barbate, Ignacio Espeleta…

Y escuchamos a algunos de ellos, a Aurelio, a Pericón con la malagueña de El Mellizo, a Ramón Medrano y las cantiñas de Las Mirris, Pansequito, Camarón; y a otros que sin ser gaditanos hicieron sus cantes como si lo fueran: Rafael Romero el Gallina por mirabrás… Más que una ciudad, Cádiz es un universo y nos deja un tanto serios.

Sierra 1De repente, en los vídeos que se están proyectando se cuela Jerez -«aún estando tan cerca una ciudad de otra sus formas de hacer y vivir el flamenco son diferentes»- y asistimos a una fiesta por bulerías con Juanillorro y varios viejos, cantando y bailando. Es como pasar de una clase teórica a una práctica, y se agradece. El cante del Tío Mollino cierra la Tertulia y nos vuelve a situar en la contemplación de una ciudad cuyo mero nombre nos llena de cante, de ensoñaciones, de recuerdos. Estamos en Cádiz y Cádiz está aquí.

Al principio de la Tertulia se proyecta un fragmento de Un vogaye andalou, documental dirigido por Jana Bokova en 1990, en su parte dedicada a Cádiz. Aparece un joven Santiago Donday y Juanito Villar, éste en uno de sus cantes dice: «Entré por Valladolid / salí por calle la Sierpe…». Y Pedro Sanz nos adelantó los contenidos de la próxima edición, la once, de las Jornadas Flamencas de esta ciudad, para la primera semana de junio, de la que informaremos más adelante, pues no está cerrada del todo; se barajan nombres como los de Ortiz Nuevo, Gema Caballero, Jeromo Segura, El Pele ¿Poveda?. Idas y venidas, como la del ‘hombre pez’ que se lanzó al mar desde su Liérganes natal para terminar siendo recogido en la bahía de Cádiz; otros santanderinos viajaron por tierra hasta el sur para trabajar en la salazón y quedarse allí regentando tabancos; y Pericón contaba que una noche Manuel Torre y Enrique el Mellizo se encerraron en cuartito y cantaron por montañesas, con gran éxito. Y es que los flamencos son unos ‘chorizos’, que toman de aquí y allí y lo hacen propio. O como en los carnavales de Cádiz, «el que entra en ellos le imprime un carácter… para toda la vida».

La próxima cita de la Tertulia flamenca será el día 21 de marzo, a las ocho de la tarde, con dirección: Triana.

Fuente: http://tiempoflamenco.blogspot.com.es/

Tertulia flamenca: Entre tod@s

Llegamos al final de la Tertulia Flamenca. A su segundo año. Y ahí estábamos, en la Biblioteca Pública de Valladolid, de nuevo sobre lo mismo: ¿Qué es el flamenco?. Esta vez, o una vez más el detonante volvió a ser Camarón de la Isla.
Nos habíamos reunido para presentar el disco elaborado entre l@s asistentes al Club y comentar los cantes propuestos e incluidos en el cd, con este regalo de portada-contraportada obra de Jesús Gigosos, un retrato de much@s de tod@s nosotr@s (él también).
La leyenda del tiempo abre la recopilación. Y ahí empezó todo. El tema recurrente, no sólo en la Tertulia, sino desde que el flamenco es flamenco, el tiempo es tiempo o Camarón es Camarón, y que si te dejas llevar puede derivar hacia, «el Arte de la Pureza o la Pureza del Arte». Lo que sucedió, el tono, ambiente en que transcurrió el debate, lo resumió Pedro (el otro, el peluquero, anda pachucho) en una frase: «El flamenco es pasión».
Por el resto de cantes seleccionados se puede comprobar que en la Tertulia se guardan, mantienen las esencias del flamenco:
Antonio Piñana – Santonera
Carmen Linares – Soleá Apolá
José Menese – Garrotín
Pepe de la Matrona – Cabales de Silverio
Dolores Agujetas – Siguiriya
Fosforito – Bamberas
Antonio Mairena – Siguiriya del Planeta
José Menese – Caracoles
Camarón de la Isla – Fandangos
Paco Toronjo – Cané Valiente de Alosno
Chocolate –Fandango
El Chozas – Soleares
Tomás Pavón – Martinete y Debla
Tío Enrique Soto – Bulerías
El Negro del Puerto – Cantiñas
Juan Villar – Tientos
Fosforito – Fandangos
Moraíto – Vals y bulería
Una selección, con todos los peros posibles -y  «algo coja», de cantaoras-, pero por ahí han ido las preferencias, en esta ocasión.
Quien seleccionó a Dolores Agujetas comentó que la había visto cantar en Bilbao y había quedado impactada, sobrecogida. Para mostrar al, dicen, otro Camarón -«todo es cante», dixit Caracol– unos fandangos que grabara con Sabicas en un disco de éste, cuando aún el de la Isla no había grabado su primer disco: «Qué voz más preciosa, pura, limpia, qué maravilla. Y es difícil cantar esto», vino a expresar Miguel Ángel.
Fandangos varios, lo que dio a pie a Román para que nos contara sobre sus treinta y pico variantes, el origen morisco del fandango cané -«como lo tiene la caña»- y su relación con las pandas de verdiales, otro cante colectivo, y sobre Paco Toronjo, quien sólo cantaba fandangos, «las bíblicas, como nadie, y sevillanas. No me he emocionado tanto escuchando cantar por fandangos como con él», decía Román, que recordaba un encuentro con el cantaor, «en una cantina, que llegó el hombre ‘alumbrao’, y qué bonito, qué manera de cantar».
-Y ¿hacía por Calaña, también?
-Por todo, Valverdes, del Rebollo, del Bartolo
Terció Berni en dicho recuerdo de aquel «auténtico maestro» del fandango: «Se le murió su hermano, que cantaba muy bien e iban los dos juntos; se le murió un hijo del ‘caballo’, la mujer le dejó por otro. Ya sólo le quedaba el cante».
Y escuchamos a Toronjo, y a Menese -«un valiente»-, y a Tomás Pavón -«así ya no se canta»-, a Dolores, a Diego Clavel -«uno de los que se propuso, pero…»-, a Camarón -y vuelta a empezar: ¿qué es el flamenco?-, y que Antonio Mairena se gastó las 500.000 pesetas que le tocaron en la lotería para conocer los cantes de las familias gitanas; y un libro (Manuel Bohórquez: Tomás Pavón. El príncipe de la Alameda. Editorial Pozo Nuevo. 2007), y nos fuimos con El Chozas, en glorioso trance por soleares.tertu3
Quedó por traer aquí esta portada, obra de Gerardo Vacas, de uno de los discos del Club Flamenco. Hecho está.
«La leyenda del tiempo es como el sol entrando por la ventana».