Tertulia flamenca: Utrera y Lebrija, familias flamencas

Los Perrate, los Pinini, los Peña, los Bacán, los Valencia, los Vargas, los Fernández… familias flamencas que se concretan en nombres como La Serneta, Juaniquí, Fernanda y Bernarda, Miguel el Funi, Tomás de Perrate, María la Perrata, El Lebrijano, El Charruá, Pepa de Benito, Inés Bacán, Rosario la del Colorao, Pedro Peña, Dorantes, José Valencia, Bambino, Curro Malena, Enrique Montoya

Una larga lista de nombres, de mujeres y hombres dedicados al cante, principalmente, con un lugar geográfico común, las localidades sevillanas de Utrera y Lebrija. Lugar a donde se transportó la Tertulia Flamenca en esta su tercera temporada, en su lugar habitual la Biblioteca Pública de Valladolid

 
Hay datos sobre su llegada, a mediados del siglo XVIII, a dichas localidades del campo sevillano y alrededores (Alcalá de Guadaira, Morón…). En la Tertulia se habló de una fecha: 1749, cuando Fernando VI manda ejecutar la ‘Gran Redada’ o detención de todos los gitanos del reino de España, «con una idea de exterminio», al separar a hombres de mujeres y niños, «para que no continúe su procreación».
Huyendo de esta persecución llegarían a estas tierras, donde serían bien recibidos por los terratenientes de la zona para tener mano de obra esclava, -después llamada, barata-, situación mantenida hasta bien entrada la primera mitad del siglo XX.
 
 
Mediante matrimonios, mediante el trabajo se establecerán conexiones familiares y geográficas -el eje Tiana-Utrera/Lebrija-Jerez- y se mantendrá, a través de la transmisión oral, el conocimiento de un flamenco pretérito, que devendrá en clásico.
«Lo que caracteriza estos cantes son sus formas y maneras, los tiempos: cantar despacito, respetando el compás, una dicción perfecta, de recrearse en las letras… Los recursos interpretativos jerezanos de repetir las sílabas de una manera acelerada, eso no se ve en Utrera… Se dice que el cante de Jerez es rápido; el de Triana, templado; el de Utrera, lento… Los palos que los caracterizan son el romance, la alboreá, las cantiñas o alegrías y la soleá», los compañeros de la Tertulia comienzan a hablar, a dar datos, aportar conocimientos, plantear interrogantes.
 
 
«¿Tendrá que ver en estos cantes la influencia de las faenas del campo?, ¿que las fatigas de esas faenas agrícolas realizadas en durísimas condiciones ralentizaran estos cantes?». No había guitarras -porque no había dinero- que acompañaran el cante de estas familias… se puede contar con los dedos de una mano quienes se dedicaron al flamenco de profesional… En este hablar se intercalan vídeos de los protagonistas (1: familia Pinini;  2: Perrate de Utrera y Diego del Gastor, ambos tomados de la serie Rito y geografía del cante).
Tanto las labores del campo como el mantenimiento de palos troncales del flamenco (añádase bulerías, seguiriyas) atraerá a cantaores de otras zonas andaluzas. De Jerez llegará El Chozas o Turronero; Antonio Mairena o Juan Breva recrearán las soleares utreranas y lebrijanas (especial mención a las de La Serneta y Juaniquí de Lebrija, cuya choza en El Cuervo era lugar de peregrinación para los artistas). Y también tomarán las familias de Utrera y Lebrija saberes e influencias de Jerez o Triana.
«La soleá es un cante encerrao, de cantar para adentro, que es cuando un cantaor canta bien; la soleá es como rezar»… «Son muy heterodoxos (los de Utrera y Lebrija), al cante por bulerías incorporan coplas populares del momento; una soleá puede acabar por alegrías o los fandangos tener el aire de la soleá…».
Termina este retorno al Club Flamenco con imágenes de Fernanda y Bernarda, de Miguel el Funi cantando y bailando por bulerías, el sentir, la fiesta. ‘Calentitos’ salimos a la fría calle, a seguir una charla que, como siempre, da para más; que abre nuevas intuiciones y aporta otros saberes; que se mezcla con otros discursos, con otros alternes, que anuncia celebraciones.
 
Tu cabello y el mío
se han enreao
como las zarzamoras
por los vallaos
(cantiña del Pinini)
 
 
 
 

Club de Música: Tomás Luis de Victoria y el Renacimiento musical

O quam gloriosum est regnum de Tomás Luis de Victoria

Uno de los compositores más relevantes del Renacimiento musical español, Tomás Luis de Victoria, fue niño cantor en la catedral de Ávila, su ciudad natal. Y aunque pasó gran parte de su vida en Roma, siempre mantuvo contacto con España, terminando sus días en Madrid.

Casi toda su música fue compuesta para la Iglesia y con la finalidad de formar parte de la liturgia católica. Empleaba los textos en latín que pertenecían mayoritariamente a la Biblia Vulgata. En sus obras podemos apreciar esa necesidad, de los músicos de la contrarreforma católica, de que el texto fuese entendido.

En el vídeo que os recomendamos podemos escuchar al Monteverdi Choir interpretando una de las primeras obras de Victoria, O quam gloriosum est regnum. Fue escrita en Venecia y dedicada al Cardenal Otto Truchsess.  La hemos seleccionado porque en ella podemos apreciar algunas características de la música de este compositor. Una de ellas es el empleo de pasajes homorrítmicos para enfatizar determinados pasajes del texto como se ve al principio de la pieza cuando todas las voces declaman quam glori con la misma figuración rítmica-. Otro rasgo que se percibe es la utilización de recursos melódicos para remarcar palabras -así vemos que para entonar gaudent (disfrutan), Victoria recurre a tiratas de notas que ascienden melódicamente, simbolizando la alegría-. Y por último apreciamos las imitaciones entre voces, que en esta obra, no sólo no impiden que se entienda el texto, sino que contribuyen a lograr una sonoridad llena, serena y equilibrada tan propia de las obras de Tomás Luis de Victoria.

Requiem 1605 de Tomás Luis de Victoria

Victoria

El Officium Defunctorum, más conocido para el público melómano como Réquiem, es la última obra que compuso Victoria. Escrito para el funeral de María de Austria, va dedicado a la hija de ésta, la princesa Margarita. El manuscrito de esta pieza podemos encontrarlo en el archivo de la catedral de Segorbe. Está escrito para seis voces mixtas y junto con las partes más habituales (Introito, Kyrie, Gradual, Ofertorio, Sanctus, Agnus Dei y Comunión) incluye 3 partes no pertenecientes a la Misa: Lección de maitines –Taedet est animam mea-, un motete –Versa est in luctum– arreglado para cuarteto de voces mixtas y una pieza final de absolución del cadáver –Libera me-.

La versión que os recomendamos la interpreta de un modo cuidadoso el ensemble The sexteen, dirigido por Harry Christophers. Esta misma agrupación es la encargada de cantar todas las piezas incluidas en el documental “Tomás Luis de Victoria, el compositor de Dios”, que puede encontrarse entre los archivos de RTVE a la carta, y que merece la pena ver, sin duda.

Club de cine Espigadores: la familia, de nuevo

¡Qué difícil es encontrar películas modernas que duren menos de 100 minutos! Parece como si los directores actuales no tuvieran suficiente con los 90 minutos de rigor para contar su historia… o tal vez es que no son capaces de hacerlo. Sin embargo, si echamos un vistazo al cine pre-clásico nos encontramos con muchos casos similares: Alas (Wings, William A. Wellman, 1927), nuestra propuesta de cine mudo para este año, dura nada menos que 135 minutos. La dejamos para después de navidades, que no parece que un filme bélico (aunque sea tan bueno como este) case muy bien con estas entrañables fechas.

Y hablando de fechas entrañables, lo típico son las reuniones familiares, ¿no? Pues entonces, nada mejor que ver una película centrada precisamente en eso, en la familia, un tema tratado una y otra vez desde las ópticas más dispares en el ámbito cinematográfico.

Bela Tarr

http://es.wikipedia.org/wiki/B%C3%A9la_Tarr

Y, al mismo tiempo, descubriremos a un cineasta húngaro no muy conocido en España (aunque sí se estrenó su última película, El caballo de Turín (A Torinói ló -The Turin Horse, 2011)), famoso por sus larguísimas películas contemplativas en blanco y negro con (también) larguísimos planos secuencia, Béla Tarr.

Bela Tarr 3 Bela Tarr 2

Bela Tarr 1Sin embargo, la película que veremos mañana, jueves, 12 de diciembre, no tiene nada que ver con su característico estilo. Se trata de su primera obra, Nido familiar (Családi tüzfészek, 1979).

Bela Tarr 4

Entre las críticas de los espectadores de Filmaffinity he encontrado una muy certera, titulada “Nido de víboras”, cuya primera parte transcribo a continuación:

FAQ del director novel

1) ¿Cómo denunciar la situación socioeconómica del país en el que vives?

Rodando un falso documental.

2) ¿Cómo pintar un medio vital descolorido?

En blanco y negro.

3) ¿Cómo mostrar que los seres humanos se golpean contra los estrechos límites de su penosa realidad?

A base de primeros planos.

4) ¿Cómo transmitir el nerviosismo de los seres humanos que viven hacinados?

Cámara en mano o al hombro.

5) ¿Cómo insinuar un remanso de paz o de esperanza en medio del horror?

Dando entrada a la música no diegética con cuentagotas.

6) ¿Cómo crear una sensación de espontaneidad y falta de resolución en las escenas?

Utilizando actores no profesionales y dando pie a la improvisación en los diálogos.

7) Y, por encima de todo, ¿cómo condurar el presupuesto?

Ver todas las respuestas anteriores.”

http://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/535067.html

Interesante, ¿verdad? Es un filme de 1979, pero casi parece un decálogo del cine independiente de nuestros días. Al acabar la proyección discutiremos si estamos o no de acuerdo.

Bela Tarr 5

Aquí va otro enlace interesante sobre la película (ojo: para leer después de haberla visto):

http://misteriosoobjetoalmediodia.wordpress.com/2009/10/29/nido-familiar-csaladi-tuzfeszek-bela-tarr-1977/

¡Adiós, 2013!

Club de Música: Compositoras en la Edad Media

A chantar m’er de so qu’ieu non volria (Ahora deberé cantar de lo que no querría) de La Condesa de Día. Pilar Figueras y el Clemencic Consort

Esta pieza atribuida a la Condesa de Día, pudo ser Beatriz de Día, nos acerca a la música trovadoresca de la Edad Media. Las trobairitz o mujeres trovadoras eran, en su mayoría nobles que se dedicaban a escribir poemas de variada temática, así como la música para los mismos. Empleaban la lengua de Oc, que era la que se hablaba en el sur de Francia, en el noroeste de Italia y en el noreste de España. Estas canciones resultantes eran piezas monofónicas que solían pertenecer al género Cansó –canción de amor- o Tensó –canción de debate-. Es importante señalar que los trovadores y trovadoras eran normalmente sólo compositores, pues su música la interpretaban instrumentistas y cantantes que eran conocidos como juglares o juglaresas.

A chantar es una canción sobre el amor no correspondido. Consta de cinco estrofas de siete versos cada una, más un pareado final. Todas ellas tienen la misma música. Es una de las únicas obras de trobairitz de las que se ha conservado el texto y la melodía. En esta versión interpretada espléndidamente por Pilar Figueras acompañada por el Clemencic Consort, destacan los interludios instrumentales, –que probablemente también se dieran en la Edad Media-, donde podemos escuchar una fídula, una flauta medieval de madera, un salterio, un rabel y un pandero.

Ordo Virtutum de Hildegarda von Bingen. Vox Animae

Ordo

¿Quién fue Hildegarda von Bingen? Sólo una paupercula forma feminea –pobre forma femenina-, como gustaba de llamarse a sí misma.  Consagró su vida a Dios desde los 8 años y a pesar de tener una vida enfermiza, compuso muchas obras musicales, escribió numerosos libros de diferentes temáticas y además ilustró estos con hermosas miniaturas. En Scivias -conoce los caminos-, uno de sus libros más conocido, narra las visiones que tuvo a lo largo de su existencia.

La pieza que os recomendamos de esta compositora, es el drama Ordo Virtutum –el orden de las Virtudes-. Constituye una obra musical muy completa y se la considera uno de los primeros dramas litúrgicos de la historia de la música. En ella se narra cómo el alma humana se debate entre el bien, personificado por 16 virtudes, y el mal, encarnado por el demonio. Comprende, a nivel musical, 82 melodías y en ellas vamos a percibir cómo Hildegarda emplea casi siempre un canto silábico y neumático. Llama la atención la declamación hablada del demonio, que pone de manifiesto su separación de Dios y del carácter divino de las virtudes.