Club de cine Espigadores: Once (Una vez)

Al igual que ocurre en literatura, en el cine tendemos a clasificar las películas en géneros, según unos códigos establecidos (temas, tipos de personajes, ambientes, etc.). Hay géneros que gustan a todo el mundo y otros que despiertan en el espectador afinidad o repulsa. Entre estos últimos podríamos citar la ciencia-ficción y, sobre todo, el musical.

Once¿Por qué? Creo que la razón fundamental radica en la ruptura del discurso: estamos siguiendo un relato cuando, de repente, todo se paraliza y los personajes se ponen a cantar y/o a bailar. Esto supone también una ruptura de la lógica, porque en la vida real (salvo loables excepciones) ni comienza a sonar música celestial ni nadie interrumpe su devenir cotidiano para cantar y bailar como le venga en gana (y es una pena, porque nos alegraría un poco el día, sin duda). En el fondo, si no fuera porque lo asumimos como una convención de género, una película musical es una película surrealista.

Bailes

En nuestro club, cada año (excepto el primero) hemos puesto una película musical, de estilo muy diferente. Se trata de La bella de Moscú (Silk stockings, Rouben Mamoulian, 1957), canto de cisne del musical clásico, y Dinero caído del cielo (Pennies from heaven, Herbert Ross, 1981).

peliculasEn nuestra próxima sesión veremos Once (Una vez), una película clasificada por muchos como musical, pero… ¿es realmente un musical? ¿Sigue las convenciones del género? ¿O es una película con canciones? Lo discutiremos tras la proyección.

OnceLa película ha ganado un montón de premios, tanto de cine independiente como algún Óscar (Mejor canción original) y, en general, ha tenido una gran acogida. De todos modos, siguiendo nuestra antigua costumbre de dar “una de cal y otra de arena”, allá van dos valoraciones críticas de muy distinta índole:

“La música no tiene fronteras: habla con el lenguaje de los sentimientos, el mismo lenguaje con el que amamos. Por eso se llevan tan bien. Por eso una canción es capaz de hacer que quien la escuche pase de ver a una chica feúcha y anodina a mirar a la mujer de la que se está perdidamente enamorado. Por eso la música emociona. Por eso Once enamora.”

“Un tostón, lo que pasa es que vende hoy en día el cantautor que pone caritas de estreñido cuando canta. Encima sin tocamientos. ¿Amistad? Que se compren un perro.”

http://filmaffinity.mforos.com/1360531/7869487-once-una-vez/

¿Con cuál estáis más de acuerdo?

Once (Una vez) (Once, John Carney, 2006). Salón de actos de la Biblioteca Pública de Valladolid, día 20 de marzo de 2014, 19 h

Club de Música: El cuarteto de cuerda en el Clasicismo

Cuartetos op. 1, nº 1-4 de Joseph Haydn. Kodaly Quartet

HaydnEl cuarteto de cuerda fue uno de los géneros musicales que más se cultivó durante el Clasicismo musical, desde 1750 a 1800. Aunque Haydn no compuso los primeros cuartetos, sí que podemos considerar que sus obras para esta agrupación constituyeron la base que sirvió de referente para numerosos compositores del momento como Hoffstetter, Pleyel, Mozart o Beethoven.

Haydn, que desde pequeño demostró dotes para la música, fue un ejemplo a lo largo de su vida de los ideales de la Ilustración por su buen carácter, su piedad y su generosidad. Tras recibir clases de composición del maestro Nicola Porpora llegó a componer más de 80 cuartetos de cuerda, en los que supo dar a cada instrumento, (violín primero, violín segundo, viola y chelo), su propio papel protagonista, especialmente en algunas series de sus cuartetos como el opus 20 o el opus 33. Sus melodías gustaban al gran público de diferentes países. Especialmente en Inglaterra y España era considerado una celebridad y recibió contratos de la nobleza y la aristocracia de ambos países.

El cd que os recomendamos incluye el que parece ser su primer cuarteto, el op.1 nº 1, que lleva el sobrenombre de “La caza”. En él podemos apreciar muy bien la estructura ternaria del mismo, (exposición, desarrollo y reexposición) y las melodías cantabiles, tan propias del Clasicismo. El tema principal que abre la obra  –iniciado por todos los instrumentos al unísono, de ritmo ternario y formado por un antecedente y un consecuente-, nos sirve de ejemplo para apreciar la importancia de las melodías en este período musical. Esas melodías, que atraían y siguen atrayendo al gran público, se sustentan con  acompañamientos de notas repetidas,  muchas veces otorgados a la viola y al violonchelo. Así lo observamos sobre todo en este primer Haydn que tanto fue evolucionando a lo largo de sus composiciones, pero que no dejó de mantener su sello personal en todas ellas.

Cuarteto en do mayor nº 19, K. 465 de Wolfgang Amadeus Mozart. Hagen Quartet

Haydn y Mozart fueron algo más que maestro y alumno. Ambos compartieron amistad e incluso tocaban juntos cuartetos de cuerda: Haydn y Dittersdorf al violín, Mozart a la viola y Vanhal al violonchelo. Uno de los cuartetos que interpretaron en la época estas grandes figuras del Clasicismo, se conoce con el sobrenombre de “Disonancias”.  Es el último de los seis que Mozart escribió entre 1782 y 1785 en homenaje a Joseph Haydn. Se dice que los compuso tras escuchar los “Cuartetos rusos” op. 33 de su maestro y amigo.

Esta obra resultó especialmente polémica en la época y algunos autores como Giuseppe Sarti publicaron ataques contra ella, describiendo las secciones como bárbaras, execrables y lamentables. Fetis incluso editó una revisión del inicio del cuarteto, insinuando que Mozart había cometido errores.

En esta soberbia interpretación del Cuarteto Hagen, podemos apreciar cómo Mozart otorga papeles relevantes a todos los instrumentos, mostrándose una gran evolución frente a sus primeros cuartetos para cuerda, donde el violín primero casi siempre llevaba el protagonismo.  Destacar en el primer movimiento la introducción cargada de disonancias que no se resuelven hasta el comienzo del Allegro, donde aflorarán  3 temas contrastantes dentro de la estructura ternaria del mismo. En el segundo movimiento, los diálogos entre violín primero y chelo se constituirán como los pasajes más expresivos del cuarteto. Un minueto y su contrastante trío en modo menor, darán paso a un cuarto movimiento lleno de vitalismo y fuerza en todos los instrumentos, pero donde el violín primero ostentará el papel protagonismo la mayor parte del tiempo.

Tertulia flamenca: Cádiz, capital del cante

Una roca metida en el mar, como un apéndice de la península, como una isla que no quería serlo: Cádiz, punto de idas y venidas y viceversa. Hasta allí se fue, o desde allí se vino la capital que nombra a toda una provincia andaluza, la Tertulia Flamenca, de la Biblioteca Pública de Valladolid, para continuar su recorrido geográfico por los enclaves principales del flamenco y detenerse en uno de sus puntales.

Antes hubo que acordarse, una vez más, de otra baja en el mundo flamenco, Félix Grande, «poeta, aficionado al flamenco y amigo de los flamencos, autor de uno de los libros más bellos que se han escrito sobre este arte, Memoria del Flamenco, dijo Quique Miralles, guía en este viaje a tan especial tómbolo.

Ciudad-de-Cadiz-en-1812Punto importante del tráfico y el comercio marítimo desde siglos y siglos, ciudad rica, cosmopolita, talante liberal, luchadora, flamenca. «Tercios cortos, predominio del ritmo, escasez de lamentos, concentración emotivo expresiva, contención de sentimientos, equilibrio constructivo del cante, utilización de recursos propios (salidas, remates, trabalenguas…)», peculiaridades señaladas por Catalina León Benítez en su libro, El flamenco en Cádiz (Editorial Almuzara, 2006), y más en lo que antes contara Fernando Quiñones en De Cádiz y sus cantes (Seix Barral, 1964 -se sigue reeditando-).

aerea-cadiz-ciudad-antigua-europaLa información es abrumadora y eso que sólo se citan nombres relevantes: El Planeta, El Fillo, Paquirri el Guanté, El Tío José el Granaino, Romero el Tito, Pepa de Oro, El Viejo de la Isla, María Borrico… Enrique el Mellizo…, los que van a configurar el cante.

Topamos con los misterios de origen, algunos resueltos (se citan los hallazgos de Bohórquez sobre El Planeta, o lo que aporta El Afinador de Noticias; y no son los únicos), las anécdotas, las leyendas (los fardos de letras que llegaron a Cádiz), las historias que otros han contado sobre aquellos que hicieron el cante tal y como le conocemos. Más nombres: Aurelio Sellés, Ortega el Viejo, Pericón, La Perla, Manolo Vargas… Canalejas de Puerto Real, El Flecha, Chano Lobato, Chaquetón, Macandé, El Niño de Barbate, Ignacio Espeleta…

Y escuchamos a algunos de ellos, a Aurelio, a Pericón con la malagueña de El Mellizo, a Ramón Medrano y las cantiñas de Las Mirris, Pansequito, Camarón; y a otros que sin ser gaditanos hicieron sus cantes como si lo fueran: Rafael Romero el Gallina por mirabrás… Más que una ciudad, Cádiz es un universo y nos deja un tanto serios.

Sierra 1De repente, en los vídeos que se están proyectando se cuela Jerez -«aún estando tan cerca una ciudad de otra sus formas de hacer y vivir el flamenco son diferentes»- y asistimos a una fiesta por bulerías con Juanillorro y varios viejos, cantando y bailando. Es como pasar de una clase teórica a una práctica, y se agradece. El cante del Tío Mollino cierra la Tertulia y nos vuelve a situar en la contemplación de una ciudad cuyo mero nombre nos llena de cante, de ensoñaciones, de recuerdos. Estamos en Cádiz y Cádiz está aquí.

Al principio de la Tertulia se proyecta un fragmento de Un vogaye andalou, documental dirigido por Jana Bokova en 1990, en su parte dedicada a Cádiz. Aparece un joven Santiago Donday y Juanito Villar, éste en uno de sus cantes dice: «Entré por Valladolid / salí por calle la Sierpe…». Y Pedro Sanz nos adelantó los contenidos de la próxima edición, la once, de las Jornadas Flamencas de esta ciudad, para la primera semana de junio, de la que informaremos más adelante, pues no está cerrada del todo; se barajan nombres como los de Ortiz Nuevo, Gema Caballero, Jeromo Segura, El Pele ¿Poveda?. Idas y venidas, como la del ‘hombre pez’ que se lanzó al mar desde su Liérganes natal para terminar siendo recogido en la bahía de Cádiz; otros santanderinos viajaron por tierra hasta el sur para trabajar en la salazón y quedarse allí regentando tabancos; y Pericón contaba que una noche Manuel Torre y Enrique el Mellizo se encerraron en cuartito y cantaron por montañesas, con gran éxito. Y es que los flamencos son unos ‘chorizos’, que toman de aquí y allí y lo hacen propio. O como en los carnavales de Cádiz, «el que entra en ellos le imprime un carácter… para toda la vida».

La próxima cita de la Tertulia flamenca será el día 21 de marzo, a las ocho de la tarde, con dirección: Triana.

Fuente: http://tiempoflamenco.blogspot.com.es/

Club de cine Espigadores: El desencanto

Como diría Gasset (me refiero al añorado presentador de Días de cine, Antonio Gasset, no al filósofo): “Y ahora, si nos perdonan, vamos a hablar de cine español.”

http://apocalipticoseintegrados.blogspot.com.es/2011/10/las-mejores-frases-de-antonio-gasset-en.html

Por fin le llegó el turno a El desencanto: su proyección se ha pospuesto en varias ocasiones, pero este jueves, 6 de marzo,  veremos una de las películas de culto del cine español. La familia, de nuevo https://unminutoyaescena.wordpress.com/2013/12/12/club-de-cine-espigadores-la-familia-de-nuevo/  (así titulábamos la entrada del blog dedicada a Nido familiar, de Bela Tarr). La familia, esa institución amada y odiada, a la que ninguno hemos elegido y de la que en algunos instantes de nuestra vida, como decía de nuevo Gasset (el presentador), hubiéramos querido desvincularnos… pero a la que siempre volvemos como nuestro refugio más seguro y querido.

Por eso son tantas las películas que tratan de la familia, de forma abierta o encubierta: porque nos atañe profundamente (¿cuál es el auténtico tema de la más famosa trilogía del cine mundial, El padrino?, ¿a qué debe su tremendo éxito?, ¿a ser una película de tantas sobre la mafia?, ¿o a sentirnos reconocidos en los personajes y sus relaciones… familiares?).

El poeta Leopoldo Panero murió en 1962 en Astorga, su ciudad natal. Catorce años más tarde Felicidad Blanc, su viuda, y sus tres hijos evocan aquel caluroso día de agosto. Y a partir de ese recuerdo surgen otros que se van encadenando. Y a través de la palabra y del recorrido por habitaciones, objetos, calles y lugares perdidos, se desvela la historia de unos años y de unas personas unidas por vínculos familiares que en ningún momento huyen de la expresión de sus diferencias y de sus identidades. (Sinopsis de Filmaffinity)

Director: Jaime Chávarri – Guión: Jaime Chávarri – Música: Franz Schubert – Fotografía:Teo Escamilla (B&W) – Intervienen: Felicidad Blanc, Juan Luis Panero, Leopoldo María Panero,  Michi Panero – Productora: Elías Querejeta P.C

http://www.filmaffinity.com/es/film493008.html

No he vuelto a ver la película desde que se emitió en Televisión Española (cuando solo había dos cadenas y se pasaban tan pocas películas que no te perdías ninguna) en mis primeros años universitarios. Me conmocionó. Y hace un par de años tuve la oportunidad de hacer un curso con su director, Jaime Chávarri, en el Muces de Segovia, y felicitarle (debe ser duro hacer tu obra maestra con tu primera obra y que te feliciten constantemente por ello y no te digan nada de las siguientes) e invitarle a compartir con nosotros una sesión. No pudo ser. Incluso pensé en entrevistar a Leopoldo María Panero, personaje fundamental de la película y uno de los mejores poetas contemporáneos españoles, por ser el autor de la traducción de A la caza del Snark, de Lewis Carroll, un montaje mítico de Teatro Corsario para mi documental. Tampoco pudo ser.

A continuación, van algunas citas sacadas de internet: uno puede pasar horas navegando y rescatando testimonios. Aconsejo hacerlo después de ver la película (y añadir comentarios a este blog, esta ocasión es una gran oportunidad para romper el hielo).

Leopoldo María Panero, una persona sincera, llena de fuerza, que se convierte en un personaje literario hiriente, con palabras como dardos afilados. De hecho, su propia madre confiesa que Leopoldo es la gran complicación de su vida. Sin lugar a dudas, se hace el dueño de la escena cuando aparece, puede que por la expresión de su mirada, esquiva ante la cámara, o por lo tajante de sus afirmaciones: “En la infancia vivimos y después sobrevivimos”.

No es solamente un documental de 1976 sobre la vida y familia de un poeta falangista. Representa el desencanto de toda una sociedad con una forma de vida, la que le toca vivir, con la familia Panero como protagonistas. Es algo más de una hora y media, donde se definen con tanta precisión los roles familiares que es difícil no sentirse identificado en algún momento. Es la vida misma. Un documental basado en el diálogo que invita a la reflexión personal y al intercambio de ideas.”

http://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/493008.html

“Frente a mí, imperturbables, desveladas,/pasan, en silencio, vida y muerte,/evitando, con un rictus cansado,/este fantasma insomne, este papel en blanco,/esta hoguera apagada que perdura”. Son las palabras finales de un poema de su primer libro, pero podrían haberlo sido del último porque Juan Luis Panero escribió siempre variaciones sobre un mismo tema: la vida, su vida, la muerte, su muerte.”

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/09/18/catalunya/1379499562_349906.html

“Éramos tan felices. Creo que ésta era la frase que Michi Panero repetía a lo largo de El desencanto, la película de Jaime Chávarri. 1976. La frase que, de pronto, causa un profundo dolor. Una frase que mira hacia atrás, que deja al presente desasistido y solitario. No, ya no somos felices.”

Soledad Puértolas

http://aquilestraslatortuga.wordpress.com/tag/el-desencanto/

Acabaremos la sesión con algún fragmento de El productor (2006), de Fernando Méndez-Leite, dedicado a Elías Querejeta, donde se habla de la película.

En 1994 Ricardo Franco rodó una segunda parte, titulada Después de tantos años. Será una de nuestras citas para el próximo curso.