Tertulia flamenca: En recuerdo (Paco de Lucía, Moraíto, Niño Miguel, Enrique de Melchor, Luis Pastor…)

Un primer recuerdo de Moraíto es en un recital de José Mercé, al que acompañaba. Fue en el aún no remodelado Teatro Zorrilla de Valladolid, antes de que Del amanecer se convirtiera en superventas. Hacia la mitad del recital Mercé dejó solo al tocaor jerezano, su toque despertó un concierto que estaba pasando sin pena ni gloria.
Recuerdos, algunos expresados; comentarios, pocos; sobre todo, ver y escuchar a tocaores que nos han dejado recientemente. A ellos estuvo dedicada la Tertulia Flamenca, de la Biblioteca Pública de Valladolid, el pasado viernes .
Empezó con Moraíto, de ‘chico’, acompañando a un igualmente joven El Torta, y luego a Luis de la Pica. Jerezanos todos que han dejado huella en el flamenco, en la afición y en los propios artistas: «A pocos flamencos se les ha llorado tanto como a Luis de la Pica, se le tenía un cariño tremendo. No acabó de ser profesional, pero fue amigo de todos; muy buen compañero de juergas… En su único disco (y libro: El duende taciturno) pone: Mientras el Camarón se bebía un vaso de leche con un poco de pepermint, el Luis de la Pica se bebía océanos de fino La Ina».
De Moraíto -«buena gente, afable, algo que suele ser una característica común a la mayoría de los guitarristas»-, pasamos a Enrique de Melchor. Le vemos en sus inicios acompañando a un joven José Menese, al que seguiría acompañando hasta el final, en una petenera; y en solitario, haciendo la farruca.
Turno para Luis Pastor, guitarrista de la ‘vieja escuela’ («estuvo aquí en varias ocasiones, una con Chano Lobato, buen amigo suyo»). Le recordamos en este vídeo, acompañando el baile del garrotín de su mujer, Luisa Romero, y el cante de su suegro, Rafael Romero el Gallina («Luis era un gran aficionado a los toros, cuando venía por aquí le gustaba tomar el vino en los bares de la Plaza del Viejo Coso, para él un lugar hermosísimo; no le gustaba la tónica, ni los refrescos, los tintos era lo que le gustaba»).
Se sigue con Niño Miguel, muy joven, por soleá. Un talento golpeado por la vida, admirado por Paco de Lucía.
Concierto-de-Aranjuez---Paco-de-Lucia
Todo un año de Tertulia podría dedicarse a Paco de Lucía. Quedaron apuntados un par de comentarios: «Deutsche Grammophon ha tenido entre sus diez discos más vendidos, El Concierto de Aranjuez; hace unos años, Simon Rattle, titular de la Orquesta Filarmónica de Berlín, decía que esa grabación era canónica… /y Paco de Lucía dio el verdadero toque español a la música clásica española/… se dice que hacía fusión con el jazz, y no es exacta tal definición; más bien habría que decir que su acercamiento a músicos de jazz fue su forma de situar el flamenco en el mundo, como ya sucediera en la época de entreguerras -principios siglo XX- al asociarse el flamenco con las vanguardias artísticas –La Argentina-…».

Un ejemplo de esto último se vio en un vídeo con su famoso sexteto donde músicos de jazz, y rock (Pardo-flauta, Benavent-bajo, Dantas-cajón) sonaban flamencos, y no al revés; ni donde el flamenco era un adorno en una pieza de jazz. Y para terminar, Paco de Lucía y Camarón, llevando nuestra pequeñez hacia la grandeza.
Con la memoria sensibilizada concluía la primera parte de la tertulia.

carteldia gitanosDicen que el flamenco cambia las penas por las alegrías, y así sucedió a continuación del recuerdo a estos grandes tocaores. Dieron un paso al frente algunos de nuestros aficionados: Bernardo y Castañeta al cante; Miguel Uña, al toque; Toño y Óscar, a las palmas, y las ganas y el entusiasmo de tod@s l@s allí presentes. A nuestros aficionados se sumaron tres compañeras de la Fundación Secretariado Gitano de Valladolid, con su presidenta al frente. Una de ellas hizo unos cantes («Como el agua», alegrías, bulerías de Cádiz), otra  se hizo un baile (también Paco el de Castronuño se arrancó; primero, con un baile ‘galvanizado’, luego más suelto). Y con alegría finalizó la cita, prolongada hacia el exterior de la Biblioteca. El Club Flamenco de la Biblioteca volverá hacia mayo con los amigos de la peña de Medina del Campo, si no hay alguna sorpresa antes.

Tertulia flamenca: La guitarra moderna

«Su precisión rítmica, de compás es la propia de los tocaores actuales, antes de él no se tenía esa precisión. Sabicas es el padre de la guitarra moderna». Mientras, en la cuna del flamenco la guitarra sonaba así:

En su nueva cita, la Tertulia Flamenca de la Biblioteca Pública de Valladolid volvió a ocuparse de la guitarra flamenca allí donde se había quedado en la anterior charla . De nuevo con Faustino Dueñas como conductor de la historia del toque a través de los tocaores que, «han dejado un sello, una impronta, han tenido una fuerte o singular personalidad». Antes de empezar se recordó a Juan Moneo ‘El Torta’, cuya «lamentable» pérdida aún sentimos con hondo pesar.

«Para mí hay un antes y un después de conocer a Sabicas», contó Faustino citando lo dicho por Paco de Lucía sobre el exiliado guitarrista y su descubrimiento, «de una nueva forma de tocar, un sonido distinto, una perfección, una claridad y una potencia fuera de lo común, una velocidad sin perder el ritmo, que es dificílisimo». El tocaor gitano nacido en Pamplona estaba en lo más alto de su carrera cuando al unirse a Carmen Amaya estalla la Guerra Civil española. Estados Unidos, Nueva York sería su residencia definitiva, donde desarrollaría su arte, y daría clases de guitarra por correspondencia a los flamencos de una España, con una sociedad estancada, incluso en retroceso, impuesta a la fuerza por la tiranía franquista.

En cambio Sabicas estaba en un mundo, América, con un sonido acorde a su tiempo y de ello se iba a beneficiar su toque, mientras aquí (1940-1960) la guitarra flamenca -y el baile, y el cante- sólo podía mirar hacia atrás y confiar en las personalidades singulares para tener algún atisbo de avance. Se hacían pequeños descubrimientos técnicos, se perfeccionaba lo ya hecho o se intentaba algún desvío, pero siempre atados a un sonido de otro tiempo (Esto es teoría nuestra desarrollada a partir de lo expuesto por Dueñas, no es su opinión; añadir que cualquier error en esta entrada es de nuestra exclusiva responsabilidad).

Del toque en la España sin Sabicas habíamos tenido muestras en la anterior charla que terminó con Diego del Gastor y su personal ‘toque de Morón’, y ahora con Melchor de Marchena. «Era sobre todo un tocaor de acompañamiento con un don especial para saber responder, ayudar y motivar al cantaor. Poco menos que se lo rifaban», señalaba Faustino sobre un guitarrista que tocó con todos los grandes, desde la Niña de las Peines, Caracol a Mairena, y apenas dejó escuela, «sí ha dejado huella su toque por tientos».

Hubo otros tocaores que también marcharon de España, hacia otra parte de América, a la del Sur, como Esteban de Sanlúcar, que se asentaría en Argentina. En su toque, el recuerdo, la nostalgia de su tierra, «muy próximo al folklore andaluz», como reflejan sus «Panaderas» o su intervención para animar a su casa discográfica, «a que grabaran a Antonio Mairena». Pero las clases por correspondencia de Sabicas iban llegando a este país y los tocaores tomaban nota. Como Luis Maravilla, que escribió un método de guitarra; Pepe Martínez, Mario Escudero (a quienes hemos hecho referencia aquí), o Manuel Cano, por quien «se creará la Cátedra de Guitarra de Córdoba». A todos ellos escuchamos.

dueñasFaustino Dueñas habla sin apuntes, extrayendo de su memoria datos personales de los tocaores y de sus estilos y técnicas (rasgueo, alzapúa, picados…), así como anécdotas de estos y suyas también, algunas relacionadas con los guitarristas protagonistas de su charla. No hay que olvidar que él es tocaor, de larga trayectoria, bien conocido en estas tierras, cuya flamencura representa, recuerda y defiende, al igual que su entrega sin fisuras al flamenco: «Cuando se estudia la historia del arte, de la cultura, de la música, yo no sé por qué no se mete entre los grandes músicos, personajes importantísimos de la historia de España como Sabicas, Ramón Montoya, Niña de los Peines. Si el flamenco lo hubiesen tenido los ingleses, los americanos estoy seguro que los tendrían con letras de oro en su historia».

¿Cuestión de imperialismo? O como dijo uno de los asistentes a la Tertulia: «Es ignorancia. Con eso de que el flamenco no se entiende, pero sin embargo el inglés como lo habla la Botella, se entiende muy bien…».

Se lanzó la propuesta de una nueva charla de guitarra, de entrar en la contemporaneidad del instrumento, a partir de Paco de Lucía, quien junto a Montoya y Sabicas, son, si Faustino Dueñas tuviera que escoger, «los tres genios de la guitarra flamenca».

Ahí quedo lanzado el guante. La próxima cita de la Tertulia Flamenca este viernes, día 21, ocho de la tarde, pone rumbo a Cádiz.

Fuente: http://tiempoflamenco.blogspot.com.es/