Club de cine Espigadores: Una de cal y otra de arena

En la sesión pasada vimos una de las primeras películas de Michael Haneke, 71 Fragmentos de una cronología del azar (1994), obra que cerraba una trilogía sobre la violencia dentro de la sociedad moderna, trilogía conocida con el nombre de “la glaciación de los sentimientos”. Las tres películas partían del análisis de sucesos reales extraídos de la crónica negra.

screenhunter_01-mar-01-13-10

“La trilogía de la glaciación” trata sobre el vacío de la era posmoderna. La soledad, la alienación, la incomunicación, el consumo como felicidad artificial, el desinterés, la apatía por el otro, la deshumanización, el congelamiento de los sentimientos. (…)

Los 71 fragmentos de una cronología del azar nos muestran acciones aisladas, hechos desnudos de personajes perdidos en una ciudad que podía haber sido cualquier otra. El único factor que comunica a cada personaje de las diferentes historias es su propia incomunicación, su soledad, su insoportable vacío. (…)

screenhunter_02-mar-01-13-11

El que contempla es el que tiene que cerrar el relato. Los espectadores tienen que dejar de ser simples voyeurs para convertirse en parte de la película, en sujetos críticos y activos. Esto lo logra mediante una narrativa distanciada y un rechazo del realismo psicológico (que el espectador no se identifique con los personajes) que refuerza con sus procedimientos formales:

– Montaje fragmentario y abrupto: setenta y un fragmentos separados por abruptos fundidos en negro.

Dilatar (normalizar) el tiempo (planos secuencia muy largos, generalmente fijos): recuperación del tiempo perdido, de la realidad. Por ejemplo, la escena del anciano hablando sentado por teléfono con su hija, con la tele encendida (plano fijo de 9 minutos). O la escena del estudiante entrenando al ping-pong con la máquina (plano fijo de 3 minutos). La duración de la escena es la que nos hace comprender algo más (si fuera más corta sólo tendría carácter informativo). Según Haneke: “la clave de encontrar la duración justa de una escena está en imaginar mi reacción como espectador ante una escena como ésta: ponerme en su lugar.

screenhunter_03-mar-01-13-12

– Fueras de campo (mostrar sin mostrar): las víctimas del asesinato, etc.

– Planos detalle (planos cosificadores): muestra las acciones de los personajes con planos detalles. Con esto quiere cosificar las acciones para mostrar su rutina, la deshumanización de las personas, su cosificación.

– Sólo sonido intradiegético: para Haneke, la música extradiegética sólo se utiliza para cubrir carencias. “Un sonido nunca debe acudir en auxilio de una imagen, ni una imagen en auxilio de un sonido” (Bresson, 1997: 51)

– Grandes silencios: la escena de la cena (el conductor del furgón y su mujer); la pareja joven cuando se está acostando; el anciano haciéndose de comer solo, el conductor del furgón sentado a oscuras en el salón, etc.

screenhunter_04-mar-01-13-12

– Creación de ambientes incómodos, que repelen y atraen: la conversación del anciano con su hija; la partida de ping-pong, los niños jugando en el borde del andén del metro, etc.

– El uso de lo audiovisual en lo audiovisual, del cine en el cine (metacine): utilización de la televisión, de sus imágenes como algo normal y rutinario, como un personaje más que nos acompaña cada día. Las imágenes dejan de ser representaciones de lo real para convertirse en la única realidad.

– Carácter no moralizante: no hay efectismos, no se busca la lágrima fácil, no el choque sentimental sino intelectual, frío, calculado. Al contrario que otras películas cuya estructura narrativa es también fragmentaria (Magnolia, Crash, Babel…), en los filmes del director austríaco no hay líneas claras que separen a los buenos de los malos, especialmente en la trilogía. No hay héroes o villanos. En este aspecto, podría parecerse un poco al realizador americano Todd Solondz (Happiness), guardando las distancias y sobretodo las formas. Aquí en España, tenemos un cine parecido con Jaime Rosales (Las horas de cada día y La soledad). En la ópera prima de Rosales encontramos muchas similitudes con 71 fragmentos una cronología de azar, y algunos de sus planos los podría haber filmado el propio Haneke.

Se pueden apreciar con nitidez alguno de los autores que han influenciado más en la formación del lenguaje cinematográfico de Haneke: los silencios de Antonioni, los diálogos de Bergman, la frialdad de Kubrick, y por encima de todo, la desnudez del cine de Bresson. Para Haneke, una imagen bella está bien para una exposición, pero no para una película.

screenhunter_05-mar-01-13-13

 

(…)

Estos fragmentos (valga la redundancia) están sacados del siguiente artículo, cuya lectura recomiendo encarecidamente, teniendo en cuenta, además, el animado debate del segundo tiempo:

«71 fragmentos de una cronología del azar, de Michael Haneke: la glaciación de los sentimientos en la sociedad fragmentada”, de David Pérez Marín (Frame: revista de cine de la Biblioteca de la Facultad de Comunicación, nº 3, 2008, págs. 283-295)

http://fama2.us.es/fco/frame/frame3/estudios/1.21.pdf

screenhunter_06-mar-01-13-14

En nuestra próxima sesión veremos una película totalmente diferente, aunque también de un autor europeo muy interesante: Mike Leigh. Se trata de Happy, un cuento sobre la felicidad.screenhunter_07-mar-01-13-15

Esta es una breve reseña tomada al vuelo:

 

“A vueltas con el optimismo”, por Beatriz Martínez

El cine de Mike Leigh no se ha caracterizado nunca precisamente por su optimismo. Sus películas pueden considerarse como las mejores radiografías de las inquietudes e insatisfacciones de la clase trabajadora británica desde los noventa hasta nuestros días, fábulas insertadas del realismo social mucho más incisivas que las exageradas visiones tremendistas de Ken Loach. Por eso resulta sorprendente encontrarse con una película como ‘Happy, un cuento sobre la felicidad’, una película más luminosa, fresca y colorista de lo que nos tiene acostumbrados, protagonizada por una joven que se plantea la vida de la manera más positiva posible, intentando dejar a un lado el sufrimiento y combatiéndolo con el poder contagioso de una sonrisa. En esta ocasión, el poder crítico de la cinta proviene precisamente en la propia subversión de la actitud de la protagonista: ¿Cómo es posible encajar los problemas diarios sin caer en la frustración y la desesperanza? ¿Es necesario que los personajes sufran y lloren constantemente para que el mensaje adquiera una contundencia más sentenciosa? Ahí está la cuestión.

http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-9906/sensacine/

screenhunter_08-mar-01-13-15

Happy, un cuento sobre la felicidad (Happy-Go-Lucky , Mike Leigh, 2008) 118’

Salón de Actos de la Biblioteca Pública de Valladolid, 2 de marzo de 2017, 19:00h