Club de Música: El vitalismo en la música americana del siglo XX

 

Swanee de George Gershwin. Versión de Al Jolson

Cuando escuchamos algunas obras de los compositores americanos del siglo XX como Gershwin, Copland o Bernstein, es inevitable dejarnos llevar por sus melodías pegadizas, sus marcados ritmos, su explosión de contrastes sonoros y en definitiva por el vitalismo que contagian.

Desde las primeras canciones americanas escritas por Francis Hopkinson en el siglo XVIII como “To Anacreon in Heav’n”, cuya melodía se piensa que se utilizó para componer el actual himno americano; hasta las composiciones del siglo XX como “Salón México” de Aaron Copland, la música estadounidense ha ido gestándose principalmente a base de: las canciones patrióticas que se empleaban especialmente en el ejército, las melodías folklóricas propias de cada estado, los diferentes estilos –ragtime, blues, jazz, etc.- que iban surgiendo de su multicultural población, y las corrientes europeas que llegaban a América a través de los compositores que emigraron con las guerras mundiales.

La llegada del sonido grabado hacia 1920 condicionó también la producción musical americana del siglo XX. Esto favoreció el que la música llegara a todo el mundo independientemente de su formación y potenció el surgimiento de las productoras musicales. En este contexto surgieron los músicos del Tin Pan Alley. En la calle 28 esquina con la Quinta Avenida se encontraba esta calle donde muchos editores tenían sus locales de trabajo y contrataban lo que se conocía como Song plugger (músicos que tocaban canciones al piano para aquellas personas interesadas en el negocio del espectáculo). Algunos de estos músicos como Irvin Berlin, famoso por escribir el tema “Alexander´s Ragtime Band”, o el propio Gershwin ganaron una fortuna con la composición de canciones cuyas melodías pegadizas y letras sencillas atraían a la sociedad americana del momento.

El vídeo que os proponemos es la versión que Al Jolson hizo en 1920 de “Swanee”, una canción con letra de Irvin Caesar y cuya melodía se dice que fue escrita en diez minutos por Gershwin para un musical en Nueva York. En su estreno “Swanee” no tuvo gran trascendencia, pero cuando Al Jolson, que era una auténtica celebridad del momento, decidió incluirla en su espectáculo “Sinbad” y grabarla para el sello Columbia Records, se convirtió en un éxito absoluto.

Salón México de Aaron Copland

Aaron Copland, que estudió piano en París con Ricardo Viñes y composición con Nadia Boulanger, contribuyó con sus composiciones al crecimiento de la música seria americana en el siglo XX. Compuso “Salón México” para orquesta sinfónica, entre 1932 y 1936,después de una visita a México. Quería transmitir el espíritu de este país desde su propio estilo. La pieza debe su título a un salón de baile nocturno de la ciudad de México, que frecuentaron durante varios meses Copland y su amigo, el compositor y director de orquesta, Carlos Chávez. Puede verse en ella una gran estructura ternaria con una larga Introducción y una Coda final. Incluye temas del folklore mexicano adaptados por Copland. En ella destaca la superposición y mezcla de ritmos ternarios y binarios, los contrastes de tempo, las síncopas y una instrumentación donde los vientos y la percusión son los principales protagonistas.

Esta versión que recomendamos es el arreglo para piano, de la versión orquestal de “Salón México”, que hizo un jovencísimo Leonard Bernstein en 1941, a petición de la editorial Boosey & Hawkes. Bernstein hizo también un arreglo para dos pianos que tocó en numerosas ocasiones con su admirado Copland

Bernstein