Club de cine Espigadores: Irina Palm

En nuestra próxima sesión veremos una comedia británica, aunque está dirigida por un alemán de origen polaco, Sam Garbarski. El estilo visual y la mezcla de comedia y crítica social entran de lleno en una corriente fílmica de gran éxito en los últimos años (y si no, ahí tenemos a Full Monty, con la cual coincide hasta cierto punto en su argumento).Irina_

Sin embargo, este tipo de cine no agrada a todos por igual: muchos le achacan que su crítica, políticamente correcta, se queda a medio camino y contribuye justo a lo contrario de lo que pretende: que aceptemos con una plácida sonrisa la situación tal cual es y salgamos del cine contentos y satisfechos.Irina_Palm-720250774-large1

Por ejemplo, en abril de 1999 (¡cómo pasa el tiempo!) la añorada Filmoteca de Caja España organizó un ciclo titulado de forma significativa Cine británico: el realismo sentimental. Estaba compuesto por La camioneta (Stephen Frears, 1996), Go now! (Michael Winterbottom, 1995), Mi nombre es Joe (Ken Loach, 1998), Tocando el viento (Mark Herman, 1996) y Full Monty (Peter Cattaneo, 1997).

En su Escrito correspondiente, Luis Martín Arias, tras hablar de la “anomia” o desestructuración social que ha experimentado el Reino Unido a partir del siglo XIX, agudizada desde los años 70 del siglo pasado con la nefasta época del llamado “thatcherismo”, afirma:

“Quizá este contexto social explique la proliferación acaecida en los últimos años de películas británicas con “contenido social”, casi siempre, y desde el punto de vista estilístico, inscritas en un realismo ingenuo que utiliza el llamado “efecto documental” para conseguir sus fines.” (…)Irina_Palm

“…los filmes de Frears, Ken Loach y de sus imitadores destacan por su ligereza formal y técnica, de modo que están muy lejos de los experimentalismos intelectuales y conceptuales de, por ejemplo, el Jean-Luc Godard de su época más izquierdista…”

“Además, deberíamos señalar otra característica del modelo fílmico que estamos analizando: el uso retórico del humor, junto a una utilización totalmente desenfadada del subrayado melodramático, de tipo sentimental…”

Irina Palm Club cine (2)Y concluye: “En resumen, del mismo modo que es dudoso que el contemplar una y otra vez las atrocidades que ocurren en el mundo en la pantalla televisiva, entre una serie de spots y otra, sirva para concienciar a la gente y hacerla más solidaria, es bastante cuestionable que el nuevo cine realista británico movilice a sus espectadores, les haga activos, les motive para actuar y modificar la realidad. Más bien es posible que los sumerja, todavía más, en una pasividad autocomplaciente, que se regodea en un goce marcadamente escópico. Por eso este cine parece más un síntoma, que forma parte de lo que intenta describir, que una solución.”

Interesante, ¿no?