Tertulia flamenca: Manolo caracol (30 de noviembre)

-¿Qué artista te ha inspirado más?
-Pues, Caracol, hombre, claro.
(Camarón de la Isla en el documental del dvd, París 87/88).

«Los flamencos hemos sufrido con Manolo Caracol«, se dijo el pasado viernes en el Club Flamenco. Por sus zambras -«nos gustan, pero…»-; por que no a tod@s termina de convencer como cantaor, mientras otr@s no tienen ninguna duda de su valía; por su pasado ¿colaboracionista? o colaboracionista con la tiranía del general Franco.
Manolo Caracol como fenómeno, como artista, como ¿genio? del flamenco, protagonista de nuestra Tertulia Flamenca, como siempre en la Biblioteca Pública de Valladolid. «Mirad de dónde viene»: es la historia del flamenco desde El Planeta, su tatarabuelo y primer cantaor conocido como tal, hasta que se detiene en él (y en Antonio Mairena) a partir de la postguerra Civil, de la consolidación de la tiranía franquista.

Con Lola Flores.
Caracol conoce el éxito, popular y económico. Con Lola Flores arrasa (estrenan su espectáculo, Zambra -1944-, en el Teatro Carrión, de esta ciudad; si se triunfaba aquí, el triunfo estaba asegurado. Esa fama tenía Valladolid.). «El Arte de los Negocios es el paso que sigue al Arte» (Andy Warhol).
Manolo Caracol es flamenco, es gitano. Dos términos ante los que el Arte, según los cánones académicos, calla, pero no termina de otorgar (Mi suegra, Lucila, 97 años, recuerda que actuó con Lola Flores en Santander -el teatro se llenó- y escuchó decir a algun@s que acudieron a verles: ‘Si hasta huelen mal’. A Lucila, le gustaban los dos).
La Tertulia siguió hablando: «Cantaba tan bien, que no podía cantar mal… el mejor cantaor que ha habido en el cuarto… en su voz se puede intuir cómo cantaba Manuel Torre, El Nitri… su voz, afillá, es una de las de las más bonitas que ha habido en la historia del flamenco… Se le deben muchas cosas… Dejó su genialidad en la médula espinal de much@s cantaores y cantaoras… Se le escucha más y mejor ahora… «. «»No arriesgaba en el cante… sus cantes no se pegan tanto como los de otros…».

Con Fernando Terremoto.
Al tiempo, le oímos, y vemos, hablar sobre sí mismo, cantar por siguiriyas, por soleares; imágenes del programa Rito y Geografía del Cante, de cuando se había retirado a su tablao, su castillo, Los Canasteros («Allí no cantaba, salvo cuando iba un buen cantaor»); también suenan sus zambras, su Niña de Fuego -«todo es cante»-; y tenemos frescos sus cantes por el disco del Club.
La portada es de Alberto Valverde, de un cartel que hizo para el Festival Flamenco de Manosque (Francia) en 1989. Alberto se había trasladado al país galo en 1975. Pasaron los años. Sí, le gustaba el flamenco por aquel entonces, pero no tanto como el jazz (su disco preferido, los conciertos de Colonia, de Keith Jarret). En Francia, un día de la década de los 80, había estado con unos amigos, la reunión se alargó hasta la madrugada. Regresaba a casa, casi amanecía, cuando en una plaza solitaria escucha cantar flamenco… Alberto no continúa el relato: el flamenco pasó a ser algo más que un gusto para él. Lo cuenta en el bar al que hemos ido después de la Tertulia, donde prosigue la charla sobre Manolo Caracol.

Hubo más durante la Tertulia («En mi pueblo no había ninguna guitarra y se criticaba a los que cantaban con ella; así ya se puede, decían los viejos. No estoy de acuerdo con quienes dicen ‘los de antes suenan mejor que los de ahora’. No se admite que pueda salir un cantaor mejor que los de antes, y antes. Camarón era mejor que Caracol, para mí»). Y más que quedó.

Libros: El cante flamenco, donde Ángel Álvarez Caballero traza su biografía (Alianza Editorial. 2004); Sobre Camarón (Editorial Alba), donde Carlos Lencero relata el duelo entre el genio de la Isla y -el de- Caracol. Camarón será la siguiente entrada en la historia del flamenco. ¿Las zambras de Caracol, su Leyenda del tiempo? Los verdaderos artistas sienten mejor aquello que les falta, ¿qué le faltaba a Manolo Caracol?
(Como cierre de esta entrada se nos ocurre poner una versión de La niña de fuego. Está la de Buika, en su disco del mismo título que la canción de Caracol. Y teniendo mucho cariño y en alta, muy alta estima a Buika -la traeremos aquí-, hemos optado por esta de Pony Bravo, grupo sevillano de reciente formación):

Tertulia flamenca: 30 de noviembre

Este viernes el Club Flamenco aborda la vida y obra de un cantaor personal como pocos, de uno de los gigantes del flamenco.
«Manolo Caracol era un cantaor largo, grande. Cuando cantaba por seguiriyas, y estaba a gusto, entre cante y cante, lloraba. Era tan generoso Manolo Caracol que, si una tira de cantes le salía mejor que regular, y lo notaba en los rostros de quienes le hacían corro, haciendo partícipes a los que escuchaban, decía:

Se ha cantado bien.

Cierta noche no le habían salido derechos los soníos negros. Estaría rozao, que dicen los cabales. Volvió tarde, a las claras del día, a su chalet madrileño en las afueras, desayunó y fue al baño, estaba enjabonándose la cara para afeitarse antes de ir a dormir (era un dandi a su manera) y comenzó a cantar, se templó por derecho, comenzó a encontrarse a sí mismo, las duquelas malinas apretaban, y se tiró cantando, solo, sin guitarra ni gente escuchando, más de tres horas. Sólo le vio la familia. Entre cante y cante, lloraba».Manolo Caracol-

 Tenemos ganas de escucharle y de lo que se dirá de él por parte de l@s asistentes (de momento este texto de Miguel Ángel Galguera, tomado de su -inédito- Callejero sentimental).
Como anticipo de lo que se espera se entregó en la anterior reunión un disco con 19 cantes: fandango, siguiriya, alegrías, tientos, mirabrás, fandango de Huelva, caña, siguiriya del Marruro, martinete, soleá de Joaquín el de la Paula, fandango de Manuel Torres, soleá de A. Frijones, bulerías, malagueña de Enrique el Mellizo, canción por tientos, zambra (3) y carcelera.
Y como es habitual el disco cuenta con una portada, en esta ocasión un original del pintor Alberto Valverde, que os mostraremos cuando toque hacer el resumen de esta nueva cita de la tertulia flamenca dedicada a Manolo Caracol.Otro asunto también para este viernes. A partir de las nueve y media de la noche en el Café España, ‘Velada Flamenca’, con el cante de Carlos Garnacho y Elisa Gabarri, quien también estará al baile; las percusiones de Alberto Farto ‘Juguillos’ y Monder Rodríguez, y la guitarra Carlos Posada ‘Pochaca’. Los dos Carlos son los profesores e impulsores del Taller Flamenco y como el resto de acompañantes de esta velada son de esta ciudad, y con experiencia musical más que contrastada. El precio de la entrada es de 5 euros. Animarse.
(Por último, y no menos interesante, este sábado, 1 de diciembre, Ricardo Ferñández del Moral, ganador de La Lámpara Minera 2012, ofrecerá un recital en el Museo Minero de Sabero, León, a las siete de la tarde. También decir que este viernes, en el Pabellón Multiusos, de Salamanca, otra Lámpara Minera: Miguel Poveda, a las nueve de la noche. Todo muy cerquita, y con calidad).