Como cada año, hoy le toca el turno al cine iraní. Ya hemos visto en el club Ten (Abbas Kiarostami, 2002) y Offside (Jafar Panahi, 2006).
Repetimos con Panahi (y nos solidarizamos con su situación personal, en arresto domiciliario desde hace años): veremos El espejo, una película de 1997 por la que siento una especial predilección.
«El espejo, de Jafar Panahi, es un film extraño, original, y al mismo tiempo netamente inscripto dentro de lo que podríamos denominar cine iraní. (…) Estoy hablando de historias protagonizadas por niños, narradas desde su punto de vista y mínimas, absolutamente simples, en su núcleo argumental.
Recuerdo un slogan publicitario. En las cosas simples está el verdadero sabor de la vida. El cine iraní, este cine, también existe por ellas y para ellas. Pero demostró, tal vez allí su mayor mérito, que las cosas simples de la vida no son cursis. (…)
El espejo también comparte muchas de las obsesiones de Abbas Kiarostami, el más famoso y prestigioso realizador iraní de estos tiempos, de quien Panahi se considera con toda justicia un discípulo. Me refiero al interés por explorar las conexiones entre la realidad y la ficción. (…)»
Guillermo Ravaschino (http://www.cineismo.com/criticas/espejo,_el.htm)
Espejo, realidad y ficción: interesante debate, ¿no?

“El cine es la distancia entre el ser ideal y el ser real”
Abbas Kiarostami
El espejo, a un lado la vida y al otro su reflejo.
Aynen/El Espejo de Jafar Panahi, quiere dejar patente esto en esta película.
Historia de “ficción” de Mina y la historia “real” de Mina, en la que más importante que el cine, es la vida que lo inspira.
Creo que para entender este tipo de cine, es necesario conocer la realidad de un país, Irán y sobre todo la situación del director, encarcelado y arrestado, se vale de la mirada de una niña para mostramos un mundo de adultos.
Importancia de la cámara, situada a nivel de la niña, con la que vemos su punto de vista, nos introducimos en un mundo de desigualdades de sexo, de ruido, de caos, una ciudad, en la que nos metemos en autobuses, en taxis, y tanto cuando está “dirigida”, como aparentemente “sola” vamos descubriendo un mundo lleno de prohibiciones.
Salimos del plano, dejamos de oír y de ver a la protagonista, pero ya lo importante no es que la niña llegue a su casa, sino de algo mucho más fundamental, de una actitud combativa frente a la vida.
Ella sabe lo que quiere y aunque pide información a los demás, recorre su propio camino. La búsqueda de la casa puede entenderse como una búsqueda también de su lugar en la sociedad por parte de la niña que, metafóricamente representa a la mujer iraní.
Un problema individual destapa un conflicto global, una conversación trivial descubre un sistema de valores y un plano casual delata una injusticia.
Es la segunda vez que veo la película, y me ha gustado más la segunda, y es porque la atención estaba centrada en esa “mirada” tan peculiar del director, y no solo en que la niña llegue (en el mejor de los casos) a casa.
Quiero manifestar mi rechazo por la situación en la que se encuentra Jafar Panahi. Y decir con él:
Hay que quitarse la máscara y ver la realidad.
Belén
Casualidades: muchos ha sido la segunda vez que hemos visto la película. Estoy de acuerdo: la segunda vez, como ya sabes el argumento y el desenlace, se puede uno fijar en otras cosas. Panahi siempre trata de la situación de la mujer: hace dos años vimos Offside y el año que viene espero que veamos El círculo, y seguiremos acordándonos de él hasta que su situación mejore.
El espejo es una película diferente y para mí esto ya es un valor. Además en la trivialidad del argumento: niña que al no aparecer su madre a buscarla quiere volver a casa sola, subyace la importancia de la cotidianidad, que una veces nos impulsa y la mayoría de las veces nos mata. La situación social de la mujer como fondo y en la independencia de la niña una reivindicación de libertad. Como Belén, es la segunda vez que veo esta peli y aunque le cortaría la duración me parece una propuesta interesante.
Yo tengo que confesar que esta vez también se me ha hecho más pesada; y estoy de acuerdo con la importancia de la cotidianeidad.
Estamos investigando el motivo por el cual, no se publican tus comentarios.
Muchas gracias por la paciencia.
De nada, pero o no se publican o se hace por duplicado, como es el caso, ¿podéis suprimir el primero?. Gracias.
Belén