Club de cine Espigadores: Capitanes de abril

En esta sesión aprovecharemos para hacer un homenaje al país vecino y al mes que acabamos de comenzar. Y es que se cumplen 40 años de un acontecimiento histórico, revestido de halos románticos, porque el ejército se echó a la calle, confraternizó con el pueblo y acabó con una dictadura: la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974.

Capitanes  de abrilfoto2Veremos Capitanes de abril (2000), de María de Medeiros, y recordaremos (los que tengamos la suficiente perspectiva – es decir, años- para hacerlo) lo que pasaba en España en aquella época.

Capitanes de abril. CartelEjercito¿Será una sesión nostálgica? Pues entonces nada mejor que terminar con la canción que se convirtió en el himno de la Revolución, Grândola, de José Afonso.

Grândola Vila Morena

Zeca Afonso

Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade.

Dentro de ti, ó cidade
O povo é quem mais ordena
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena.

Em cada esquina, um amigo
Em cada rosto, igualdade
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade.

Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto, igualdade
O povo é quem mais ordena.

À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Jurei ter por companheira
Grândola, a tua vontade.

Grândola a tua vontade
Jurei ter por companheira
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade.

http://letras.mus.br/zeca-afonso/749168/

Capitanes de abril (Capitães de Abril, Maria de Medeiros, 2000) 123’

Salón de actos de la Biblioteca Pública de Valladolid, día 3 de abril de 2014, 19 h

3 comentarios en “Club de cine Espigadores: Capitanes de abril

  1. » Pena, penita, pena» de sociedades.
    Nos emocionamos, salimos contentas y embravecidas de la proyección. » ¡¡ Es posible!!».
    Estaría chulo… cantar por las calles hasta conseguir derogar alguna ley injusta para la mujer. Molaría enterrar con margaritas las cizallas que usan los polis para cortar las cadenas que nos agarran a la puerta de un inminente desahucio. Imagínate si nos hacemos con un helicóptero de esos que pinta Banksy, y en vez de bombas de racimo, tiramos corazones…
    No recuerdo quien dijo que si existe una persona buena en este mundo, es posible que TODOS podamos llegar a serlo, no tenemos excusa.
    Alguna secuencia te pone la piel de gallina y nos sentimos poderosos ante lo injusto…
    Luego se encienden las luces, ponemos la tele y… ¡¡ al carajo todo!!. Menos mal que encontramos consuelo en alguna frase lapidaria como » lo importante es caminar, aunque jamás alcancemos el objetivo». Mi preferida es: » Piensa globalmente, actúa localmente».
    En este caso, la Historia nos dice que fue posible, entonces…¿ A qué esperamos?.

    ¡Qué bonita es Lisboa, leches!

  2. Nostálgica sesión la del jueves pasado, con «Capitanes de Abril». Quiero empezar comentando
    la sensación de deseparanza que me invadió cuando se encendieron la luces y volvimos a la realidad. Y es así porque la perspectiva que nos da la Historia (con mayúsculas) me lleva a preguntarme si ¿realmente en el momento en que se encuentran los Estados y el camino hacía un futuro incierto, tenenos algo que agradecer?.

    Se han hecho miles de Revoluciones, se han derrocado regímenes, se ha acabado con los totalitalismos, se han conseguido «muchos logros sociales», pero no puedo evitar entristecerme
    al pesar como esos mismos logros nos están haciendo retroceder y no quiero hacer una apología del desamino, y poner un matiz tan pesimista, porque por encima de todo los logros/cambios/avances, están ahí,

    Los capitanes de Abril y su forma de manifestar el desacuerdo a una ferrea dictadura, nos dan una lección, (luego todo puede cambiar para que todo siga igual) de civismo, se puede salir a la calle de otra manera, y aquí enlazo con la película.

    En los comentarios posteriores se apunto a la ingenuidad narrativa, y si nos resultaba creíble o no. A mí la película siempre que la he visto (era la tercera vez) me ha gustado, me ha emocionado, se me ponen los pelos de punta, y tal vez contribuya a ello esa «ingenuidad, La historia se sabe, pero ver los tanques en las calles de Lisboa, el pueblo entregado, esa luz (también comentada) que parece un día propicio para la revolución , ese buenismo -por otro lado pretendido por la directora – ¿ por qué no darle un tono amable a un hecho real?.
    He de confesar que a mí las historias paralelas -la historia/as de amor-, no me restan interes, de alguna manera hay que centrar al trío, y lo veo como algo tan secundario, que lo olvido.

    Me quedo con el hecho en sí, el desarrollo incruento, con la ciudad (protagonista incuestionable)
    el carácter lírico que tubo la revolución.Apunto unas frases de la película:

    -Maia: «Lo que me interesan son las personas, ¡quiero que ellas puedan decidir!, quiero… ¡quiero la democracia!»
    -Gervasio (el descreído y a la vez oportunista) «Crees que alguien logrará una sociedad más justa y que los hombres serán más felices, los nuevos políticos organizarán, se venderán, proclamarán ideas que no tienen, y ya está jodida tu bella libertad…….».

    Como dice David en su comentario La historia nos enseña que muchas cosas han sido y son posibles, apelo a seguir adelante y que ese desánimo con el que empecé se disipa con los claveles, la canción, la fuerza y las ganas de conseguir la «libertad».

    Termino haciendo mención a algo tan portugués como es el Fado, -me permito esta licencia-,
    la «saudade», la tristeza, la melancolía en su canto.
    Fernando Pessoa escribió: «El fado no es alegre ni triste .Formó el alma portuguesa cuando no existía y deseaba todo sin tener fuerza para desearlo. El fado es la fatiga del alma fuerte, el mirar de desprecio de Portugal al Dios en que creyó y que también le abandonó».

  3. Quiero recomendar un libro:
    «Fusiles y Claveles» de Diego Carcedo, corresponsal en Portugal. Realiza un análisis de
    primera mano. Libro ameno y ágil.

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