Club de cine Espigadores: Código Hays

En la última sesión, a propósito de algunas escenas de la película Alas, hablamos del Código Hays. Resultaba sorprendente que en una película de los años veinte pudieran verse escenas que nunca aparecerían en películas posteriores.
El código Hays fue un código de producción cinematográfico que determinaba con una serie de reglas restrictivas qué se podía ver en pantalla y qué no en las producciones estadounidenses. Creado por la asociación de productores cinematográficos de Estados Unidos (MPAA) describía lo que era considerado moralmente aceptable. Fue escrito por uno de los líderes del Partido Republicano de la época, William H. Hays, uno de los principales miembros del MPAA, y se hizo popular bajo su apellido. Se aplicó desde 1934 hasta que se abandonó en 1967, para dar lugar al nuevo sistema Clasificación por edades de la MPAA.
El código constituyó un sistema de censura, que prohibía la exhibición en Estados Unidos de la mayoría de las películas europeas o independientes que a menudo violaban el estilo de Hollywood.

http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3digo_Hays

Tarzan

Algunas curiosidades sin desperdicio:

“Las escenas de quitarse las ropas deben evitarse si no son indispensables para la trama. En lo sucesivo queda prohibido mostrar a las mujeres quitándose las medias. Nunca un hombre deberá quitar las medias a una mujer. No está permitido para los hombres quitarse el pantalón. Si el argumento lo exige, se los puede mostrar con el pantalón ya quitado a condición, sin embargo, de presentarlos con una ropa interior conveniente.”

“Las exhibiciones están prohibidas. El ombligo también.”

“El buen gusto y la delicadeza deben regir la utilización de los dormitorios. Evitar dar demasiada importancia a la cama. Es preferible que las parejas ca­sadas duerman en camas separadas. Si es imposible evitar la cama común, no se permitirá bajo ningún concepto mostrar a la pareja en la cama al mismo tiempo.”

http://cronicasdeunamovida.blogspot.com.es/2009/10/el-codigo-hays.html#.UumbO_v4IYA

Tarzan  de los monos

(Tarzán de los monos, 1932)

Son ilustrativas las consecuencias del Código Hays en el vestuario de una de las series de películas más famosas de la historia: Tarzán de los monos (1932), Tarzán y su compañera (1934), La fuga de Tarzán (1936),  Tarzán y su hijo (1939), El tesoro de Tarzán (1941)  y Tarzán en Nueva York (1942).

Maureen O'Sullivan as Jane Parker, Tarzan and His Mate, 1934

Maureen O’Sullivan as Jane Parker, Tarzan and His Mate, 1934

Menuda diferencia, ¿no?

Tarzan and his MateTarzan y Jane

http://nzpetesmatteshot.blogspot.com.es/2011/11/me-tarzanyou-jane-mattes-and-effects.html

http://esbilla.wordpress.com/2012/12/23/el-rey-blanco-tarzan-de-los-monos-la-selva-radiante-entrega-i/

Tarzan y familia

¡¡Hasta el próximo jueeeeveeesss…!!

3 comentarios en “Club de cine Espigadores: Código Hays

  1. Investigando sobre este código he encontrado en esta web:http://www.blogdecine.com/reflexiones-de-cine/el-codigo-hays-o-la-autocensura-de-hollywood.
    Unos comentarios muy interesantes, que copio.

    El código Hays o la autocensura de Hollywood
    Durante más de treinta años, un férreo sistema de regulación del contenido cinematográfico puso a los profesionales del momento al límite de su ingenio con el fin de evitar que sus films fueran presa de la censura. A pesar de ser un indudable período de represión, esta necesidad de esquivar la tijera, hizo aflorar toda una serie de recursos, de dobles sentidos, de referencias veladas. En determinados casos y en géneros como la comedia, dio pie a la sugerente habilidad de no mostrar o no decir abiertamente aquello que resultaba obvio

    El cine, como toda expresión artística, no tardó en generar polémica. En plena década de los años veinte, a los controvertidos argumentos que pudieran aparecer en pantalla, se sumaban los escándalos de actores y directores fuera de ella. La prensa sensacionalista de la época fue un hervidero con todas sus explosivas tribulaciones, plagadas de asesinatos, de drogas o de muerte. La meca del cine fue representada nada menos que como un escenario de depravación e inmoralidad.

    En primera instancia se le denominó The Production Code y más adelante fue nombrado para la posteridad como The Hays Code. Además de unos preceptos aleccionadores generales, enfocados en preservar la moral de las películas, se trazó una enorme lista de pautas de vigilancia que tenían en el punto de mira el sexo, especialmente, la violencia o la blasfemia.
    De este modo, las escenas de pasión quedaron reducidas a la mínima expresión.

    Manifestaciones como besos y abrazos debían eliminar todo rasgo de lascivia y, por supuesto, cualquier escena explícita. En particular los besos se convirtieron en algo tan casto que incluso eran cronometrados, sólo podían durar unos pocos segundos. El matrimonio como institución también debía ser protegida, muestra del carácter moralizante de las normas. Los crímenes en pantalla debían mostrarse sin exhibir toda su brutalidad y el uso de las armas quedaba reducido al mínimo indispensable. El empleo irreverente del lenguaje, especialmente si era percibido como una ofensa a la religión, era eliminado. Estos son algunos ejemplos de las restricciones que marcaba el código y que obligaban a los cineastas a soslayar toda referencia evidente.

    Durante sus primeros años de vigencia, se observó el código con cierta permisividad y ello favoreció a ciertas producciones que lograron esquivar sus directrices. En plena era de la Gran Depresión, los estudios no podían permitirse más pérdidas, por eso fueron reacios al principio a adoptar una serie de medidas que afectaban directamente a los géneros de moda, como las películas de gánster o las comedias. Sin embargo, las amenazas de boicot por parte del sector católico de la sociedad americana y la retirada de fondos por parte algunos inversores influyentes, obligaron a los estudios a acatar el código en firme a partir de 1934. Estos años se denominaron como el Pre-Code Hollywood.

    Algunas de las películas que sortearon de algún modo la censura en estos años fueron, entre otras, ‘El ángel azul‘ (‘Der blaue Engel, Josef Von Sternberg, 1930) con una sensual Marlene Dietrich. Otros ejemplos comprenden la película ‘Carita de ángel‘ (‘Baby face’, Alfred E. Green, 1933), con Barbara Stanwych

    Varios de estos films Pre-Code sufrieron la carga de la censura después de 1934. Un ejemplo es la película ‘Adiós a las armas‘ (‘A Farewell to Arms’, Frank Borzage, 1932), protagonizada por Gary Cooper y Helen Hayes, fue recortada a posteriori, de manera que sólo se conserva su versión censurada. Otros profesionales afectados por el código fueron los hermanos Marx –conocida es la audacia de sus diálogos–
    Algunos creadores encontraron de algún modo en la severa vigilancia del código, un aliciente para retar su ingenio. Y es que, en muchas ocasiones, las dificultades son un estímulo para el que no se rinde ante ellas. Por eso maestros como Ernst Lubitsch o Alfred Hitchcock, supieron sortear la censura .

    La demanda de tramas más realistas y la evolución de la sociedad americana, dictaminó la desaparición del código Hays a finales de los años sesenta. Esta conclusión dio paso al sistema de clasificación por edades que se conserva hasta hoy en día. Además de observar esta etapa de la historia del cine como una época marcadamente restrictiva en muchos aspectos, también debe apreciarse con admiración por el talento de tantos cineastas que convirtieron en irrepetibles sus maniobras de despiste. A pesar de que hoy en día se haya perdido bastante esta capacidad de sorprender al espectador y confiar en su intelecto –también los tiempos han cambiado–, lo que la tijera ha separado, que lo recupere el hombre.

    Un tema muy interesante , que podemos unir con la censura «sufrida» en España»- ese es otro debate-La diferencia es que aquí no teníamos un «código», se trataba más bien de criterios personales……….

    Nieves tienes toda la razón: ¡¡¡¡¡¡¡ Qué sería de nosotras !!!!!!!.

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